«El futbolista español tiene fama de cuentista en Inglaterra»

Con 51 entorchados a sus espaldas y titular por primera vez con Del Bosque el sábado pasado en Estonia, el donostiarra Xabi Alonso (Tolosa, 1981) se ha convertido en uno de los veteranos de la selección. Es un valor seguro, como en el Liverpool. Entre vuelo y vuelo, terminal y terminal, analiza las diferencias entre el fútbol inglés y el español, la cultura de ambos países y la evolución del emigrante en beneficio de la selección. También, cómo no, mira de reojo a su Real del alma. - ¿Resulta complicado poder adaptarse en un pispás a las exigencias de Rafa Benítez y al dibujo más alegre de la selección? - Los futbolistas de ambos equipos son distintos y te marcan el estilo. El ritmo es distinto y el tipo de juego muy diferente. Allí practicamos un fútbol mucho más directo y aquí se elabora más, se toca más. Pero creo que al final me adapto bien a las dos situaciones. - ¿Comparte la idea de que la selección mejora a medida que sus jugadores salen fuera?- Jugar en otro campeonato enriquece individualmente. Y si emigrar permite a cada jugador progresar, la selección también se beneficia. Antes parecía chocante. Hoy, sin embargo, se toma con total normalidad y naturalidad que un jugador español vaya a Italia o a Inglaterra. - ¿Tanto ha aprendido Xabi Alonso en el Reino Unido? - Sí, sin duda. El Liverpool me ha permitido evolucionar, desarrollarme como futbolista y persona, salir del ámbito familiar, de los amigos de toda la vida, y tener que hacerme, que buscarme un poco la vida lejos de casa. El salto de la Real Sociedad al Liverpool es enorme, ya que te obliga a estar cada año peleando por todos los títulos. Allí, el nivel y las exigencias son máximas. - Visto al menos desde la tele, la «Premier» representa el fútbol de verdad, en estado puro, con el «fair play» por bandera...- Me gusta porque es bastante íntegro. No se busca la trampa, ver de qué forma puedes engañar al árbitro o al rival. Se juega con dureza, a veces se pasa el límite, pero apenas hay interrupciones y eso permite que el ritmo de juego sea mucho más alto que en la Liga española. - ¿Es verdad que allí, por regla general, los jugadores españoles tienen fama de cuentistas, de fingir, de teatralizar? - Sí, es cierto, y no gusta nada que los futbolistas teatralicen. Si alguien lo hace, se lo recrimina todo el mundo. La gente, la prensa y la afición, incluso la local. - Fernando Torres, por ejemplo, en España recibía mucho pero también exageraba...- (Risas). No, qué va, él se ha adaptado perfectamente. Su primera temporada fue extraordinaria y este año ha comenzado de maravilla. Esperemos que siga así. - ¿Los británicos nos consideran unos paletos? Cuente, cuente. - Claro que existe ese estereotipo, pero hay gente para todo. Algunos relacionan a los españoles sólo con el sol, la juerga, la fiesta, los toros, el flamenco... pero otros muchos nos conocen más a fondo. - Eso que dicen de que hay que salir al extranjero para valorar y sentir más tu casa, tu país. - En mi caso, sin duda. Cada vez que voy a Donosti me doy cuenta de lo bien que se vive ahí, de lo a gusto que estoy. Disfruto a tope de las pocas escapadas que pueda permitirme. Soy de allí, lo he mamado desde pequeño y es donde te sientes más feliz. Estoy adaptado a Inglaterra, pero ya volveré. Ya tendré años para vivir en Donosti. - ¿No siente vergüenza ajena por el horrible nivel que por lo general muestran los españoles con los idiomas? - Sí, es algo preocupante que se tiene que mejorar desde la base. Hay que fomentarlos en los colegios, en los programas educativos. En toda Europa la gente habla inglés casi perfecto y en España, sin embargo, son pocos los que acaban el bachillerato formados para poder manejarse bien en inglés. - Al estar cinco del Liverpool en la selección, imagino que ya serán los jefes. ¿No hay riesgo de camarilla? - Aquí somos todos iguales, un grupo unido, sin líderes ni camarillas. Nos encanta ver, eso sí, la naturalidad con la que la opinión pública ve a seis de la Premier (Cesc juega en el Arsenal) en la selección. - ¿Teme que los egos por el Balón de Oro enturbien el ambiente? - Para nada. Entre ellos (Iker y Torres) se llevan fenomenal. Es algo más externo y mediático que personal. - ¿El Real Madrid le ha tirado los tejos?- En su momento hubo interés, pero ahora estamos a mitad de temporada y cualquier cosa está cerrada. - Con el traje de campeones, no queda otra que ir de favoritos al Mundial de Sudáfrica... - Esa condición te da un plus pero no hay que creérselo demasiado. El papel de favorito no te da ningún punto y luego hay que demostrarlo en el campo. Primero vamos a clasificarnos bien y después ya habrá tiempo. Antes, el verano próximo, afrontaremos Copa Confederaciones; ahora se ve como un título menor pero si no lo ganamos luego nos lamentaremos, igual que yo me acuerdo aún de no haber ganado la Intercontinental.