Diario de León

El Begar se da un festín a costade La Laguna

Los leoneses firmaron un partido casi perfecto en el que la defensa volvió a ser determinante

León

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Ganar es siempre gratificante pero más si es con una solvencia tal que hasta tu rival se ve impotente para hacerte siquiera un rasguño. Eso es lo que sucedió ayer con el Begar. Herido en su orgullo tras la derrota en Los Barrios, los leoneses se aplicaron frente al Ciudad de La Laguna de tal manera que sobre la pista del Palacio sólo existió un equipo, el leonés. Apenas diez minutos les bastaron para finiquitar una contienda programada a 40. La defensa había sido hasta ahora el mejor argumento de los leoneses, pero faltaba el complemento de un buen juego exterior y esta vez el engranaje local funcionó sin fisuras. Ya desde el primer instante del choque se pudo apreciar. El Begar sólo se dejó empatar en dos ocasiones (2 y 4) pero a partir de ahí canasta a canasta su superioridad sobre todas las facetas del juego se fue plasmando en el marcador. Con cinco minutos disputados la renta de los de De Grado alcanzaba ya los diez puntos (14-4) fruto de una notable selección de juego que alcanzaba el 50% en los lanzamientos triples. Báez, Bradshaw y Leiva se bastaban para mantener a raya a Coego, Harris y Donaldson en la pintura mientras que Rocchia (5 puntos) y Bernabé (3) sellaban la aportación exterior. Bien es cierto que en este primer cuarto no aparecieron ni Gilbert ni Stacey. Pero no hacía falta y menos con el 23-7 que reflejaba el electrónico. Esa brecha de 15 puntos posibilitó una mayor tranquilidad a los leoneses que con un juego en el que todos los mimbres del plantel sumaban sólo tuvo que aplicar la receta defensa y más defensa para atascar la aportación canaria. Y es que los de Alejandro Martínez no tuvieron nunca opciones de recuperarse. Porque tanto en el rebote (17 a 12 para el Begar) como en el acierto ante el aro hicieron el más mínimo rasguño a los de casa. Y para más inri en la segunda entrega aparecían las manos de Álex González y Gilbert que con sus triples situaban el margen entre unos y otros en un abrumador 48-27 al descanso. El panorama estaba más diáfano que nunca. Sobre el parqué del Palacio sólo existía un equipo, el leonés que con un 60 de valoración sobre 19 del rival ya se planteaba no ganar sino hacerlo por la mayor ventaja posible. Sólo la aportación de Donaldson evitaba un descalabro mayor para los canarios. Pero aún restaban dos cuartos y el Begar no podía permitir que la relajación le cobrase una mala pasada. Las dos canastas nada más regresar de vestuarios así lo hicieron saber. El colchón de diez puntos estaba ya superado. Ahora la franja sobre la que transitaban los de De Grado llegaba al doble. Un dato lo decía todo. Firmado el tercer cuarto hasta cuatro jugadores superaban los diez puntos en los de casa que con 11 rebotes más que La Laguna deleitaban a una afición que ayer vio la verdadera imagen que puede ofrecer el Begar. Sólo una pequeña distracción en los instantes iniciales de la última entrega permitía maquillar el marcador a La Laguna. La proeza de superar a un rival en racha era impensable para los canarios aunque al menos el sonrojo era más llevadero. A seis minutos para el final el Begar mandaba por 77-54. Y eso que el ritmo había ya bajado algo, que no el monólogo de los locales, a gusto con lo que hacían, dueños y señores de todas las parcelas del juego. Los de De Grado se gustaban. La grada vibraba. Para qué pedir más. Pues en los minutos finales los leoneses incluso lo dieron con un recital en defensa que ni la quinta personal de Leiva oscureció. Y es que ayer jugó un equipo en el Palacio, el Begar, el otro para su desgracia se limitó a ser un mero espectador.

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