Una Copa amarga para los grandes
Los dirigentes de los equipos más fuertes de España no escatiman esfuerzos en prometer a sus aficiones cada comienzo de curso luchar por todos los títulos, incluido la Copa. Sin embargo, los datos no engañan y evidencian una falta de interés por conseguir este trofeo que en algunos casos raya el menosprecio a una competición que permite a los conjuntos más modestos enfrentarse y sacar los colores a los ilustres de la Liga. El Madrid y sus aficionados tienen una imagen grabada en la retina asociada a la Copa. Era un 6 de marzo del año 2002, el día exacto en que el conjunto blanco cumplía cien años y el Bernabéu acogía la final de la Copa entre su equipo y el Deportivo. Todo estaba dispuesto para celebrar el cumpleaños con un título. En el campo el proyecto «galáctico» comenzaba a erigirse con futbolistas como Figo o Zidane. Enfrente el conjunto gallego con jugadores de menos nombre pero con la calidad de Mauro Silva, Valerón o Tristán. Según transcurría el encuentro la fiesta en Chamartín se tornó en drama tanto en las gradas como en el palco al comprobar cómo eran batidos en su propia casa (1-2) por el equipo blanquiazul. El Depor le arrebataba la que consideraban su Copa. Tuvo la oportunidad de sacarse la espina clavada en su orgullo en la final de 2004 frente al Zaragoza. Pero una vez más, los galácticos mostraron su carácter terrenal y fueron superados por el conjunto maño. El equipo merengue no ha sido capaz de levantar el trofeo desde 1993. En aquella ocasión bastaron los goles de Butragueño y Lasa para derrotar al Zaragoza. Futbolistas tan emblemáticos como Raúl o Casillas que han ganado varias Champions, Ligas, Supercopas e Intercontinentales no pueden presumir de la Copa en su palmarés, un trofeo que les obsesiona. Se les brinda otra oportunidad este año. El primer choque ante el Real Unión se presenta asequible, aunque ya en 2000 otro Segunda B como el Toledo eliminó a los blancos. El Barcelona es junto al Athletic el club con más Copas en sus vitrinas (24). Pero la última que pudo lucir en sus estantes tiene ya 10 años. Data de 1998 cuando se impuso en los penaltis al Mallorca tras finalizar el partido con empate a uno. Es significativo que desde entonces no haya disputado una final con el agravante de sufrir humillantes eliminaciones ante equipos de Segunda B. Le ocurrió en 2001 al ser derrotado por el Figueres y la tragedia se repitió al año siguiente en Novelda. La pesadilla se reprodujo en 2004 cuando los culés sucumbieron ante la Gramenet. El Atlético de Madrid completa el trío de abstemios coperos, ya que desde el histórico