Ninguno de los implicados en los incidentes del año pasado milita ya en el rival

El pasado mes de febrero el encuentro entre bercianos y pucelanos acabó como el Rosario de la Aurora. El conjunto local había ganado en el terreno de juego, pero al retirarse los equipos llegó el lío. El encuentro ya venía caliente debido a incidentes en la primera vuelta, cuando hubo gesto de provocación de integrantes del cuadro vallisoletano a la afición de Ponferrada. Y en la vuelta tres futbolistas del Real Valladolid la emprendieron a puñetazos con la Policía Nacional. Hubo denuncias por medio y declaración en comisaría de los implicados, a los que se sumó el entrenador. Curiosa y sospechosamente ninguno de ellos milita ya en el Real Valladolid. De hecho, alguno de sus dirigentes dijo haber pasado vergüenza. El portero Lucas milita en el Ourense, el central Santi Santos está en la Cultural y el delantero Rufino se fue al Águilas. Mientras, el técnico Alberto Merino no entrena. El Real Valladolid B de este año tiene poco que ver con aquél. Se ha remozado mucho y se ha hecho más joven, teniendo una media de edad que no supera los 21 años. La incógnita está en saber dónde se jugará el encuentro de la segunda vuelta, pues todo lo ocurrido el año pasado se habría evitado si se hubiese jugado en la primera vuelta en Zorrilla.