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Lucha de brazos | En la élite internacional

Víctor Díez y José Mayo, dos campeones con sello leonés

El reciente Mundial situó a los dos luchadores de la provincia en el podio dentro de los 78 kilos

José F. Mayo en su puja de semifinales dentro de la categoría de 78 kilos

León

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Los competidores locales dieron todo un recital de fuerza, velocidad y técnica en el mundial de pulsos celebrado recientemente en León. Víctor Díez y José F. Mayo, de Mansilla de las Mulas y Santa Marina del Rey respectivamente, coparon con los dos brazos puestos de honor en la categoría de 78 kilos. El mansillés consiguió el título de campeón mundial con el brazo izquierdo y el tercer puesto con el derecho, mientras que Mayo, finalizaba tercero con la izquierda y subcampeón con el brazo derecho. Víctor Díez valora este logro como el mejor colofón a un años «en el que competí demasiado por entrar en la liga de lucha leonesa de verano y lo noté mientras tiraba, no estaba al 100%, pero mi brazo bueno en esto es el izquierdo y con ese sabía que podía lograr clasificarme muy bien.» José F. Mayo, otro de los leoneses que se subieron al podio, asegura que «no siempre se puede ganar, y menos en este deporte, que cuando menos te lo esperas te la lían. No sólo la fuerza cuenta, también hay que tener velocidad y mucha técnica». Víctor que ya fuera hace 3 años sexto del mundo juvenil en 70 kilos, ésta vez supero su barrera consiguiendo unos resultados difícilmente superables, y los obtuvo «porque el entrenamiento que durante los últimos años se viene haciendo por parte del Club Lancia de Mansilla y de los otros clubes leoneses son muy buenos y duros». El flamante campeón mundial también acaba de clasificarse segundo en la liga de lucha leonesa en medios, y comenta que «aunque dejé un poco de lado los pulsos, entrenaba varias veces a la semana para no perder tono, ya que la gente que compite todo el año está al 110% y no puedo permitirme el lujo de bajar la guardia». José F. Mayo también entrenó duro y es que para él «éste es mi deporte, desde que lo conocí hace ya ocho años no he practicado ningún otro», y explica que «aunque es un deporte pequeño, la gente está superentrenada, y muy preparada, casi como que fueran profesionales, y además nos conocemos todos por aquí y nos llevamos muy bien, este deporte en el norte no tiene malos rollos, no hay enfrentamientos violentos, ni peleas, ni nada que se pueda asociar al prototipo de imagen de los pulsos».

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