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Los pescadores, sorprendidos porla enorme cantidad de alburnos

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p. v. | león
León

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Los aficionados que están saliendo a pescar a los embalses del bajo Esla y del Duero se están sorprendiendo con la enorme cantidad de alburnos que pueden apreciarse a simple vista en superficie. La densidad de este pez llega a extremos de formar enormes cardúmenes que se mueven como si fuesen sardinas en el mar, con fuertes espantadas cuando reciben el ataque de algún depredador, sea trucha, lucio o bass. La remontada desde los cursos bajos está resultando bastante rápida, pese a la dificultad que tienen para superar las presas. En Valencia de Don Juan ya aparecen de forma masiva y pueden verse desde el mismo puente. También han remontado el arroyo de Valdearcos, que desemboca a la altura de Fresno de la Vega en el Esla, y se distribuyen por los regueros y canales de desagüe. Todavía se desconoce a nivel científico la repercusión que esta especie invasora puede producir en el ecosistema, bastante dañado ya por otras especies introducidas anteriormente. La normativa de pesca obliga a sacrificarlo sin posibilidad de que sea devuelto a las aguas. El alburno, autóctono de los ríos franceses del norte de los Pirineos, es un ciprínido, como el barbo o la carpa. La ausencia de dientes en las mandíbulas es la característica general de esta familia de peces. Con una apariencia que recuerda a las sardinas alcanza un tamaño ligeramente superior a la bermejuela, entre 12 y 18 centímetros. Acostumbra a vivir en cardúmenes bastante numerosos y resulta fácilmente visible, de forma especial en verano, ya que sube a la superficie para alimentarse. Es muy voraz, consumiendo todo tipo de insectos que caen al agua. También consume larvas y huevas de otros peces, pero su mayor peligro estriba en que consume gran parte del alimento que, en su ausencia, consumirían otras especies. Además se reproduce de forma extraordinaria y pese a que resulta un «pez pasto» para depredadores como el lucio o el blak-bass, no tiene riesgo de extinción ni, por consiguiente, posibilidad de que pueda descastarse. Precisamente el hecho de que suelan utilizarse alburnos, allí donde está permitido, para pescar a pez vivo, explica que haya podido introducirse en España. Es muy sencillo de pescar, pues pica prácticamente a todo. Como ya hemos apuntado en Castilla y León la normativa obliga a sacrificarlo sin posibilidad de que sea devuelto a las aguas. Se reproduc e entre mayo y junio, dependiendo de la temperatura del agua, aunque a tenor de su capacidad de reproducción podría realizar varias puestas, siempre de noche, bien sobre el fondo o sobre plantas acuáticas.

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