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| Liga de Campeones | ¿Crisis? |

Schuster, bajo mínimos

Calderón pierde la confianza en el alemán tras la derrota frente a la Juventus a la que une su nula sintonía con plantilla y prensa

Publicado por
Ignacio Tylko - madrid
León

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La doble derrota en la Champions ante la Juventus y, sobre todo, la imagen de impotencia ofrecida por el Real Madrid ante un rival mucho más trabajado desde el punto de vista táctico, han dejado muy tocado a Schuster. Ganó con solvencia aunque sin la «excelencia» reclamada por Ramón Calderón la pasada Liga, pero el técnico alemán ha perdido credibilidad ante la junta directiva y, lo que es más importante, frente a su plantilla. Por más que ayer Guti tratara de poner buena cara al mal tiempo e insistiera en que en el Madrid hay unión, compromiso y calidad para luchar con garantías por todas las competiciones, el segundo capitán dejó muy claro tras caer ante la Juve que el edificio se resquebraja. «Nos movemos a impulsos. Tácticamente, la Juventus fue muy superior. No supimos leer el partido y tenemos que mejorar muchas cosas para ganar a cualquier equipo», subrayó el canterano en las revueltas tripas del Bernabéu. Los pocos jugadores que hablaron hicieron autocrítica. Reconocieron que la situación es preocupante. Parecían desolados. Schuster, en cambio, se deshizo en elogios a su equipo. Unas manifestaciones que no han sentado bien en la cúpula de club porque no se entienden de ningún modo. Consideran que o bien el alemán vive en otro mundo, o se ha hecho conformista, o es una pose o, lo que parece más probable, es una forma de quejarse ante sus jefes de que con esta plantilla no se puede aspirar a más. Cuando el alemán dijo que «en Champions no pueden faltar hombres como Pepe y Robben», en realidad mandó un mensaje crítico a Mijatovic y Calderón por la falta de refuerzos en verano. A la espera de Cristiano, al final sólo llegaron Van der Vaart y los repescados De la Red y Javi García. En el entorno de Calderón se reconoce en privado que quizá falten extremos puros desde la marcha de Robinho. Los jugadores se sienten confusos. No obedecen a un plan diseñado y se ven obligados a improvisar sobre el césped. Creen que tienen más fútbol del que muestran pero que algo no funciona. Notan que falta un patrón y que defienden mal. El partido de Turín marcó un antes y un después. Allí llegó el Madrid tras ocho éxitos encadenados y desde entonces suma tres derrotas, un empate y la victoria por los pelos ante el Athletic. Diez goles encajados en cinco partidos han hecho saltar las alarmas. El primero que abrió la veda fue Sergio Ramos, cuando se atrevió a decir que no se siente a gusto en el campo, que el equipo está descompensado. Los pitos al equipo y los gritos de centenares de hinchas que tras caer ante la Juventus se arremolinaron a la salida del palco para exigir a la dimisión de Calderón han soliviantado al presidente, convencido de que el Madrid puede y debe jugar mejor. Era el principal valedor de Schuster pero cada día el germano le convence menos.