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El Ademar acaba con una maldición (34-34)

El equipo saca un empate de oro en la pista del Montpellier, donde nunca había ganado Lo mejor | lo peor

Publicado por
Georgino Fernández - enviado especial | montpellier
León

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El Reale Ademar es un equipo que cree en sí mismo, en sus posibilidades. En esa confianza cimentó ayer un empate que supo a triunfo y que el inicio del partido parecía imposible. Pero este equipo sabe sufrir y remontar hasta siete goles de diferencia. Lo hizo ayer para vencer en casa del Montpellier francés, una pista donde antes siempre había caído. Los leoneses rompieron la racha en una pista maldita, siguen primeros de grupo y se aseguraron tres puntos para la próxima fase. De diez. Y eso que el arranque estuvo plagado de nubarrones. La defensa 5-1 inicial de los franceses con especial vigilancia a Sarmiento se le indigestó a los de Ribera. Al Ademar le cuesta superarla y eso, unido al acierto del meta Karaboue, hace que el Montpellier empiece con un 3-0 hasta que Julen rompe la sequía desde el pivote. La 6-0 del Ademar se apretó, cerró huecos y Alilovic se entonó. Con todo el Montpellier mantenía su renta de dos o tres goles arriba gracias sobre todo a su inspiradoportero. Y el lento Bojinovic hace un preocupante 8-4 en el minuto doce. Los galos doblan a los leoneses. Juricek pone uno más segundos después. Ya toca remontada y de las buenas. Y Hmam pone el 10-4 en el ataque siguiente. El Ademar está espeso en a taque. Un parcial de 5-0 en el minuto trece (11-4) obliga a Ribera a pedir un urgente tiempo muerto. La luz roja de alarma se ha encendido. Un latigazo de Bicanic acaba con la sequía y da aire a un Ademar que intenta recuperar terreno. Los frances de la mano de Hmam y Bojinovic no quieren que nadie les amargue una película en la que se sienten protagonistas. El partido se endurece. Los de Ribera siguen sin adaptarse a la pegajosa 5-1 que bloquea a su timonel Sarmiento. La renta gala se estabiliza en los cinco tantos hasta que una contra de Stranovsky la reduce: 15-11 en el minuto 22. El Montpellier sigue con sus defensas alternativas y el mejor recurso ademarista es un Castresana que saca algo positivo en el pivote en cada acción. Un arreón final permite a los de Ribera irse al descanso con una desventaja no muy abultada: 18-15. Pero el panorama tiene que cambiar en la segunda mitad. Y un gol de contra de recién salido Krivoshlykov a pase de su compatriota Chernov así lo hace augurar. Krivoshlykov sale con ganas. Hace el segundo del Ademar. La conexión rusa funciona. Buntic redondea la faena segundos después empatando a 19 a los tres minutos de la reanudación. Empieza otro partido. Y Krivoshlykov pide paso con su tercer gol consecutivo. Mirko se suma bajo los palos y Buntic en ataque. El choque camina por el sendero de la igualdad durante estos primeros diez minutos de la reanudación. El Ademar se ha quitado parte de los nervios y empieza a jugar de tú a tú a los franceses. El Montpellier se agarra a un ex ademarista, Bojinovic, que aunque lento y con pinta de tronco hace de todo pese a parecer que lo haga a cámara lenta. Con empate a 23 en el minuto diez, Alilovic le para un penalti a Bojinovic precisamente y en el ataque siguiente el Ademar se pone uno arriba por primera vez. Han hecho falta cuarenta minutos pero la sensación es otra. Llegan los mejores minutos del Ademar. Su defensa sin fisuras provoca el primer pasivo galos y el ataque es mucho más fluido como lo prueba el 24-26 del minuto quince. Aferrándose a una defensa generosa donde todos arriman el hombro los leoneses conservan su renta. Pero Bojinovic y Guigou quieren arruinarles la fiesta. Nuevo empate a 28 a falta de diez minutos para el final. El balón empieza a quemar. Dos despistes dan la vuelta a la tortilla. Ahora es el Montpellier el que se pone dos arriba. Buntic y Sarmiento establecen una nueva igualad a 30. Restan cinco minutos La moneda está girando en el aire. ¿De qué lado caerá? El duelo en ambas porterías iguala aún más el asunto. Un paradón de Mirko a tiro a bocajarro de Juricek le da al Ademar una bola para ponerse uno arriba que Buntic, el mejor artillero no desaprovecha. Pero Guigou tampoco falla. Restan menos de dos minutos y hay empate a 32 que vuelve a desequilibrar Buntic... y a reparar Juricek. Los minutos finales tienen protagonistas propios. Costa desde el extremo reclama un espacio en el guión. Nueva ventaja leonesa. El tiempo se acaba. El Montpellier ataca con siete. Fuerza un penalti a falta de doce segundos que Guigou transforma. El Ademar se queda sin tiempo y el marcador se queda en 34-34 al final.

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