El Bernabéu dictará sentencia

La derrota del Real Madrid en Zorrilla no provocará cambios en el banquillo merengue de manera inmediata. Bernd Schuster dirigirá a los suyos ante el Recreativo en el próximo partido liguero. El presidente de la entidad, Ramón Calderón, no quiere tomar una decisión que sería irreversible de forma precipitada. Hace dos años, con Capello al frente, la Liga parecía perdida a mitad de temporada, sin embargo, en unas últimas jornadas épicas, consiguieron ganar el campeonato. Por tanto, prefiere esperar a la reacción de la hinchada en el choque ante los onubenses. Si ganan, podrá capear el temporal otra semana más. Por el contrario, si el resultado es adverso no le quedaría más remedio que mover ficha. Ese es otro problema, puesto que las opciones que se presentan en caso de la destitución del técnico alemán son dos: traer a un entrenador de fuera o apostar por uno de la casa. Para el primer caso la lista que se baraja es innumerable; desde el eterno Wenger, hasta Víctor Fernández o incluso el ex del Barça, Rijkaard. Si la directiva se decanta por la opción doméstica, el actual secretario técnico, Miguel Ángel Portugal o el director de la cantera, Míchel, serían los mejores colocados. El problema son las luchas internas dentro del club. El secretario deportivo, Pedja Mijatovic, no tiene una buena relación con Portugal por lo que no vería con buenos ojos que el burgalés ocupara el banquillo. De esta forma Míchel parecería el mejor colocado. Sin embargo, Ramón Calderón tiene aún muy presente la última vez que se optó por una decisión tan drástica. Fue en la temporada 2005/06, el actual presidente era directivo, y Luxemburgo era el técnico blanco. Le destituyeron y fue suplido por López Caro. El equipo terminó segundo a duras penas. El presidente confía en las palabras de Schuster durante la reunión que mantuvieron esta semana y que el alemán reiteró en la rueda de prensa tras la derrota en Pucela: «Estoy tranquilo y podemos sacar esto adelante. Son momentos complicados como los del año pasado». También la plantilla sale en defensa de su entrenador, más en un gesto de unidad de cara a la galería que por deseo propio. Raúl, uno de los jugadores a los que se le achacó un mayor descontento con el germano lo dejó claro: «Estamos contentos con Schuster. Hay que confiar en el cuerpo técnico y los jugadores». En lo que sí parece estar de acuerdo la familia blanca es en la necesidad de fichar en el mercado de invierno. La lesión de Van Nistelrooy deja muy mermada la delantera. El argentino Crespo puede ser una opción de emergencia, aunque sus 33 años juegan en su contra. El ariete del Zaragoza, Ricardo Oliveira sería otra opción para diciembre. El brasileño ha demostrado su valía. La estrella del Lyon, Benzema sería una opción a más largo plazo y que supondría un mayor desembolso.