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El Atlético jugará sin público el partido más importante del año
El TAS mantiene la sanción y los aficionados rojiblancos se perderán el choque ante el PSV Repor
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ha decidido mantener la sanción impuesta por la Uefa al Atlético de Madrid de jugar a puerta cerrada el encuentro ante el PSV Eindhoven de la Liga de Campeones del próximo miércoles por los incidentes acaecidos en el partido frente al Olympique de Marsella. En la resolución hecha pública después del mediodía de ayer, el TAS reduce la multa de 150.000 a 75.000 euros y le libera de pagar las costas ante la Uefa. El tribunal estima, «en línea con la Uefa», que el Atlético «cometió varias infracciones graves de seguridad durante el partido contra el Olympique de Marsella, que permitieron que ocurrieran los incidentes del estadio Vicente Calderón». «La situación del club empeora debido a hechos del pasado reciente, lo que ha llevado al Panel (de jueces) a mantener la sanción de jugar el partido del 26 de noviembre a puerta cerrada», señala el fallo. «Sin embargo», añade, «el segundo partido a puerta cerrada, que estaba en suspenso, se revoca y la multa se reduce a la mitad, en vista de que los actos racistas que alega la Uefa no han podido ser establecidos con certeza». El TAS anuncia que los fundamentos de su resolución se harán públicos en próximos días. La apelación del Atlético contra las sanciones que le impuso la Uefa ha sido analizada «con urgencia» por un panel presidido por el suizo Olivier Carrard y del que también formaban parte el español José Juan Pinto -árbitro elegido por el club madrileño- y el italiano Luigi Fumagalli. El Atlético presentó el 4 de noviembre un recurso ante el TAS en el que pedía la anulación de la sanción impuesta por el Comité de Apelación de la Uefa, dos encuentros a puerta cerrada (el segundo en suspenso sujeto a un periodo de prueba de dos años) y una multa de 150.000 euros por los incidentes en el partido ante el Marsella. Apelación ya había reducido en su día la sanción original del Comité de Control y Disciplina de la Uefa de dos partidos de clausura del estadio, que debían jugarse a un mínimo de 300 kilómetros de Madrid, más un tercero condicionado a que no se repitieran incidentes, la correspondiente multa y dos encuentros de suspensión al técnico mexicano Javier Aguirre por insultos a un jugador del conjunto marsellés, medida esta última que el Atlético no consiguió evitar. El asesor jurídico Juan de Dios Crespo y el gerente del club, Clemente Villaverde, además de los jugadores de raza negra del equipo madrileño Paulo Assuncao y Florent Sinama Pongolle, declararon ayer ante el TAS en una vista que duró cerca de siete horas. La intención era que acudiera también Luis Amaranto Perea, pero no pudo acudir al estar concentrado con la selección colombiana. También comparecieron el jugador senegalés Mamadou Niang y el portero Steve Mandanda (este último por teléfono al estar concentrado con la selección francesa), ambos del Olympique de Marsella, que denunciaron gritos racistas por parte del público del Vicente Calderón en el partido entre ambos equipos. Como testigos también intervinieron René Poutet, presidente de la Asociación HandiFan Club OM (para discapacitados aficionados al fútbol) y el periodista francés Thierry Tresor, que acusaron a los aficionados del Atlético de Madrid de insultos de ese tipo durante el encuentro del pasado 1 de octubre en el estadio madrileño. Cerezo, resignado Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, manifestó sobre la resolución del TAS en la que se ratifica la sanción de jugar a puerta cerrada el próximo partido de Liga de campeones ante el PSV Eindhoven, que el último recurso que le queda al club es «ganar bien a los holandeses y clasificarse para los octavos de final». «Sentimos mucha decepción por la resolución del TAS. Seguimos pensando que la sanción es injusta. El Atlético de Madrid y sus aficionados no tuvieron nada que ver en los incidentes en el encuentro ante el Olympique de Marsella. No hubo racismo ni xenofobia en ese encuentro», dijo, contundente, el presidente rojiblanco. Para Cerezo, no hay otro remedio que aceptar la sanción y «pasar página». «Ya no nos queda ninguna posibilidad de recurso, sólo el ganar bien al PSV y pasar a octavos de final sin tener que jugarnos el pase en el último partido en Marsella». El presidente rojiblanco prefirió no pensar en esa posibilidad, aunque dijo que «supongo que no sería nada más que un partido de fútbol». Cerezo declaró que el club no tiene previsto devolver parte del dinero del abono de Liga de campeones a los que lo hayan comprado, y considera que «eso es lo de menos» para los aficionados.