El Atlético y el Barça se juegan el duelo estelar de la Copa del Rey

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nos pensarán que la suerte es caprichosa. Otros, que es la idiosincrasia del conjunto rojiblanco, pero la realidad es que la Copa del Rey demostró en el sorteo de los octavos de final el porqué de su singularidad. Arrojó un enfrentamiento clásico para disfrute de los espectadores y de la propia competición. Un partido entre el Atlético de Madrid y el Barcelona es cualquier cosa menos un encuentro corriente. Es un sinónimo de espectáculo en el que no siempre salen beneficiados ambos equipos, como sucedió en el reciente partido liguero del Camp Nou (6-1).

La ida de la eliminatoria estelar de octavos será en el Vicente Calderón el 7 de enero y la vuelta en la Ciudad Condal el día 14.

El gerente del club madrileño, Clemente Villaverde, reconoció la dificultad añadida por enfrentarse al rival más en forma del fútbol español, pero se mostró convencido de las posibilidades de su equipo. «Va a ser una eliminatoria muy abierta. Será un partido diferente al de Liga. Nosotros también somos un equipo importante», sentenció.

El segundo entrenador del Barça, Tito Vilanova, en declaraciones a la página web del club, se alegró por el enfrentamiento contra el Atlético, al que prefiere antes que a un equipo del Segunda B. Aun así, reconoció el nivel del oponente y el peligro que supone la revancha por el partido liguero: «Nos tendrán más respeto, pero también tendrán ganas de demostrar que no hay tanta diferencia como se vio en la Liga». El vencedor de la eliminatoria se enfrentará al ganador del cruce entre el Poli Ejido y el Espanyol.

Los antecedentes de eliminatorias coperas dejan dos momentos únicos en la historia del fútbol por diversos motivos. En 1997 el Atlético acudió al Camp Nou con la necesidad de ganar. Al descanso el 0-3 ondeaba en el marcador, pero el equipo azulgrana reaccionó con jugadores como Ronaldo, Figo o Pizzi, que inutilizaron los cuatro del

Pantic para lograr la remontada (5-4) y el pase a las semifinales. Tres años después, en las semifinales del torneo, el Barcelona de Louis van Gaal saltaba al césped del Camp Nou con sólo 10 jugadores y se negaba a disputar el partido. Era la manera de protestar de los -˜culés-™ por la desbandada de sus jugadores internacionales, que le dejaron con once futbolistas del primer equipo, incluyendo dos porteros. El esperpento terminó con la eliminación del Barcelona de la competición y su inhabilitación para participar en la siguiente edición, algo que no llegó a ocurrir porque fue indultado por el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel Villar.

El sueño de Segunda

Los dos únicos supervivientes de Segunda B tendrán la posibilidad de prolongar su sueño. El Real Unión de Irún, verdugo del Real Madrid, se enfrentará al Betis. En cuartos, el vencedor se enfrentará con el ganador de la eliminatoria Mallorca-Almería.

Mientras, el Poli Ejido se verá las caras con el Espanyol, y de ahí saldrá el rival de azulgrana o rojiblancos. El Valencia, vigente campeón, se medirá al Racing de Santander, con la vuelta en Mestalla, y en cuartos esperará el vencedor del Sevilla-Deportivo, en otra eliminatoria muy igualada. Osasuna se aferrará a la Copa para capear el temporal liguero, aunque enfrente tendrá al Athletic, el segundo club con más títulos de Copa, que no gana el título desde 1984 y en los últimos tiempos está gafado con el torneo del KO. El vencedor del doble enfrentamiento Osasuna-Athletic se cruzará en cuartos con el vencedor del Sporting-Valladolid.