Diario de León

Balonmano | Final de la Copa Asobal

La Copa regresa a León tras 10 años (25-31)

El Reale Ademar repite la gesta. Hace diez años ganaba en Zaragoza la Copa Asobal, el primer gran título de su historia. Ayer hizo lo mismo humillando en su propia casa al Barcelona gracias a un Alilovic genia

la bandeja de la Copa Asobal 2008 retona a León

la bandeja de la Copa Asobal 2008 retona a León

Publicado por
Georgino Fernández
León

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barcelona | enviado especial

Han tenido que pasar diez años para que el Ademar haya vuelto a levantar la Copa Asobal. La de 1998 en Zaragoza sin duda marcó el inicio de una gran época con Manuel Cadenas en el banquillo; la conseguida ayer en Barcelona sin duda marcará otra no menos buena bajo la dirección de Jordi Ribera, el protagonista de la revolución tranquila que ha vivido el Ademar en los últimos dos años.

Un Reale Ademar que no entraba en las quinielas de los favoritos para esta edición de la Copa. Por delante, en las apuestas, figuraban los de siempre: el Barcelona, el anfitrión, y el todopoderoso Ciudad Real.

Pero este Ademar es un equipo, un grupo compacto que cree en sus posibilidades. Ganó al Barcelona y aguó la fiesta a los culés que ayer entraban en el Palau pensando que sólo restaban sesenta minutos para celebrar otro triunfo.

Pero enfrente tuvieron una auténtica máquina de hacer balonmano. La defensa volvió a evidenciar la solidez de la semifinal ante el Ciudad Real, Alilovic estuvo inconmesurable bajo los palos con un 43% de efectividad, Sarmiento dirigió, mandó y templó en el ataque ademarista como los buenos toreros y Stranovsky volvió a ser otra vez el pistolero implacable con ocho tantos.

Y enfrente, ¿que opuso el Barcelona? Pues bastante poco. Las ganas de Kasper, Rocas, Juanín y Ugalde y el buen hacer de Noddesbo en el pivote. Demasiado poco para tener opciones en una final como la de ayer.

Porque ayer el Ademar silenció el Palau con su juego. Desde el minuto uno al sesenta. Con una buena selección de tiro el Ademar entró en el partido con un 0-2 en apenas dos minutos que transmitía ya muy buenas sensaciones. Sin embargo, el leonés, Juanín García se encargó de enfríar las cosas igualando un choque de alternativas en ese inicio porque minutos después el Ademar, conducido de nuevo por un magnífico Dani Sarmiento volvía a poner tierra de por medio para conseguir su máxima renta: 2-6 al filo del minuto diez.

El Ademar estaba enfriando el Palau haciendo un gran trabajo defensivo y con Alilovic sellando la portería, Un equipo como el Barcelona con una potentísima primera línea sólo le había podido hacer dos goles en ese tiempo. La pegajosa defensa 6-0 del Barcelona que en semifinales amargó al Ciudad Real no estaba funcionando. Y su ataque, además de espeso, se estrellaba en Alilovic.

Con 2-7 en el marcador Cadenas se apresuró a pedir un tiempo muerto y reclamó una reacción a sus jugadores. La necesitaban porque los azulgrana estaban haciendo un gol cada cinco minutos. Literalmente.

El brazo de Bicanic, la buena dirección de Sarmiento dando juego al pivote o lanzando él cuando las otras vías estaban taponadas, abortaron la reacción culé. 5-10 en el minuto 19. El Ademar manda en el Palau.

Su defensa bloquea las líneas de pase de los de Cadenas que no saben atacarla. La brecha aumenta. Krivoshlykov, actuando de falso pivote para desestabilizar a la defenrival consigue la mayor renta: 5-11. Sólo el acierto de Juanín desde el extremo y de Noddesbo en el pivote evita que la catástrofe sea aún mayor.

Y el recital de Alilovic continúa.

Y la brecha crece. A un minuto y medio para el final de la primera mitad Stranovsky pone 9-17 la máxima renta. Las exclusiones que sufre el Ademar permiten a los de Cadenas acercarse un poco: 11-17 cuando acaba la primera parte.

La segunda mitad arrancó con Alilovic parando dos tiros a bocajarro del Barça de esos que quitan la moral. Y a los azulgrana ya les quedaba poca. Igual de poca que el tiempo que les quedaba para remontar los ocho goles de ventaja del Ademar.

Hansen despierta pero ya es un poco tarde. En apenas dos minutos la ventaja leonesa se recorta: 15-21. El Palau ruge sabe quu se están jugando los minutos decisivos.

No hay cuidado. Surge de nuevo Alilovic para apagar el fuego y bloquear una contra a bocajarro de Nagy. E equipo está lanzado, incluso en inferioridad vuelve loca a la defensa rival. La ventaja no baja de los siete goles. El Barça tiene ya la derrota en la cara diez minutos antes de que acabe el choque. La Copa volvía a León por Navidad.

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