Liga Femenina 2 | Un triunfo sin paliativos
El Aros pasa por encima del Pabellón Ourense y se rearma de confianza
león
El Aros León dio un paso importante en su trayecto hacia la salvación superando a un directo rival como el Pabellón Ourense al que endosó un marcador sonrojante fruto de su superioridad desde el primer segundo del partido (83-48). Las de Moses, que hasta el momento no habían encontrado recompensa a su juego, se sacaron la espina de derrotas pasadas y con una defensa extraordinaria y un ataque igual de efectivo lograron que los aficionados que acudieron al Pabellón San Esteban a arroparles se marcharan más que satisfechos.
Ya en el primer cuarto el Aros dejó patente que este encuentro iba a caer de su lado. El parcial de 18-7 fue elocuente. No sólo por los puntos anotados sino por una defensa que sólo permitió a las gallegas anotar siete puntos, menos de uno por minuto. Pero lo mejor iba a venir en el siguiente cuarto antes del descanso. Igual de eficaces en la pintura, las leonesas incluso mejoraron su faceta anotadora dejando casi visto para sentencia el pulso. Y es que la ventaja que reflejaba el electrónico en el intermedio (39-16) lo decía todo.
Pero las locales tampoco iban a bajar la guardia en el segundo tiempo y aunque las gallegas mejoraron en su rendimiento el Aros mantenía el dominio en el juego. El 22-16 con el que se cerraba la tercera entrega ampliaba incluso más la renta entre unas y otras. Restaban diez minutos y salvo un milagro el segundo triunfo de la temporada no se le podía escapar a las de Moses. Había que asegurar el rebote manteniendo la intensidad de los periodos anteriores. Sin pérdidas de balón y controlando el «tempo» del pulso los minutos fueron pasando y acción tras acción a las canastas de las visitantes respondían con igual eficacia las leonesas. Al final un justo 83-48 reflejaba lo acontecido en la pista en la que sólo existió un equipo que en los primeros 20 minutos rompió el choque cobrando una diferencia que fue imposible de enjugar por un enemigo directo que ayer se rindió al buen hacer del Aros.