El deporte y la política

LA POLÍTICA y el deporte son dos elementos que cada vez se combinan más dentro del mundo del fútbol. Hoy en día un equipo de fútbol representa a una ciudad, pueblo o municipio y eso es importante para los políticos, sobre todo cuando los resultados son positivos. Pero también, no es menos cierto, que el fútbol necesita de los políticos para subsistir, es decir, recibir ayudas en forma de subvenciones, llámese dinero fresco, constante y sonante y en forma de recintos deportivos, llámense instalaciones deportivas. Por lo tanto, el deporte necesita cada vez más de la política, pero la política nunca se debe meter en el deporte.

Un buen amigo, político hasta hace poco tiempo, no precisamente muy seguidor del deporte, suele pronunciar la frase de que siempre hay que sumar y nunca restar. Quizá, esto mismo podemos trasladarlo al mundo del fútbol y reflexionando podemos sacar conclusiones: cuantos más sean mucho mejor, la unión hace la fuerza, los conjuntos se forman con distinta clase de gente, los buenos resultados se consiguen cuando existe un bloque unido desde la cabeza directiva al último empleado «gratuitamente» del club... Lo fundamental es ir sumando, no importa como, aunque no termino de entender ni de comprender y mucho menos de tener la certeza de si ser más es menos efectivo o si ser menos lo es más. Al final el tiempo, que es juez y parte, lo dirá.

Todos somos conscientes de la importancia de los políticos en muchas instituciones deportivas y en la mejora de la práctica del deporte y más concretamente en este deporte universal llamado fútbol, pero muchas veces esas ayudas sobrepasan la línea y se convierten en ser partícipes de las decisiones, teniendo arte y parte en los clubes deportivos, cuando estos tienen sus propias directivas que son las que rigen y las encargadas de llevar a buen o mal puerto la nave.

Todo esto son cuestiones que los dirigentes de los clubes deben tener en cuenta para que la política no se mezcle con el deporte, sea del signo que sea el concejal o alcalde de turno.

El tener las ideas claras y un buen poder de decisión mirando siempre el bienestar del club es la base para su propia consolidación año tras año. Política y deporte, unidos y no revueltos.