Diario de León

Balonmano | Liga de Campeones

El Ademar deja su futuro en el aire

Los leoneses claudican ante el Veszprém y tienen pie y medio fuera de Europa. Su continuidad depende de que el Montpellier gane o empate hoy en pista del Flensburg y aún tendría que esperar otros resultados en la úl

La decepción por la derrota se ve en los gestos de los jugadores del Ademar, especialmente el del me

La decepción por la derrota se ve en los gestos de los jugadores del Ademar, especialmente el del me

Publicado por
Georgino Fernández
León

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Cua ndo hay que empezar a echar cue ntas... malo. Y al Reale Ademar es lo que le queda ahora porque su futuro en la Liga de Campeones no sólo está muy negro sino que además está en el aire. Los leoneses debían ganar ayer al Veszprém húngaro para seguir vivo en la Champions pero cayeron ante los magiares y ahora todo se complica. Les quedan algunas opciones pero son mínimas y además están en manos de terceros y de toda una serie de carambolas.

Una lástima porque el Ademar tenía dos finales seguidas en el Palacio -”ayer ante el Veszprém y el próximo fin de semana con el Flensburg-” y se estrelló en la primera ante un Peric inconmensurable en la portería magiar y un arbitraje «teledirigido» que al final, cuando los leoneses habían logrado remontar una diferencia de siete goles, cercenó sus posibilidades con tres decisiones más que discutidas: dos exlclusiones que dejaron al equipo con cuatro hasta el final y unos inexistentes dobles a Buntic.

Un final igualado que correspondió a unos primeros minutos también muy igualados. Sobre el parqué estaban dos porteros de altura: Peric y Alilovic y el arranque del choque fue un duelo bajo los palos de ambos. Peric le sacó tres balones seguidos a Stranovsky y Alilovic se hacía enorme para los atacantes magiares.

Con todo el Veszprém demostró pronto porqué llegaba como líder del grupo. Con una defensa compacta y un Peric que iba a más se fue con un nada tranquilizador 4-6 en el minuto diez. Indudablemente los magiares habían venido a por el partido.

El Ademar no era capaz de sacar el contraataque y en ataque estático intentaba no cometer precipaciones aunque la pegajosa defensa húngara no les dejaba tener situaciones claras para atacar la meta defendida por Peric. Faltaba tiro y el juego al pivote se estrellaba en los tanques rivales.

Con el paso de los minutos la renta húngara crece, aunque con cuentagotas por fortuna: 6-9 en el minuto quince. Krivoshlykov, el argumento más afilado del Ademar en esos instantes, impide cn tres tantos casi seguidos que se marchen en el marcador.

Con Lushsnikov, Ilyes, Lapcevic y Gal la defensa central magiar era una muralla muy complicada de superar. El partido era trepidante. Incierto para el Ademar, pero trepidante. No había respiro ni en ataque ni en defensa. En el minuto veinte el Ademar consigue igualar a diez a base de coraje.

Pero Ribera sigue sin verlo claro. Pide un nuevo tiempo muerto. Los acontecimientos le dan la razón: al Veszprém le cuesta cada vez menos superar la 6-0 ademarista. El 12-16 del minuto 28 enciende las primeras luces rojas. Por lo visto hasta ahora el Ademar no puede con los húngaros y sobre todo su portero Peric les está empezando a comer la moral. Vujin pone de relieve porqué es uno de los máximos goleadores de la Champions (ayer acabó con doce dianas) y al tiempo que sube su quinto gol al marcador da al Veszprém su máxima ventaja: 12-17. Resultado con el que ambos equipos se fueron al descanso.

El segundo tiempo empieza con el Ademar haciendo una defensa muy profunda y adelantad.a intentando crear confusión en el rival. Pero los magiares no se descomponen. Todo lo contrario. La renta sigue creciendo. El brazo de Vujin se encarga de que no baje. La portería leonesa no funciona. Stranovsky reacciona, por fortuna, y comienza a ver que hay forma de batir a Peric con dos tantos consecutivos. Pero los cinco goles de ventaja de los hombres de Mocsai Lajos se mantienen como una losa.

A los leoneses se les empieza a notar en la cara lo inevitable. Los gestos de desaliento afloran. O llega un brusco cambio de timón en breve o la andadura del Ademar en Europa estará inscribiendo sus capítulos finales.

Dos contras seguidas de Krivoshlykov y Stranovsky dejan la diferencia al filo del minuto veinte en un 23-27 que alienta una pequeña esperanza. Desgraciadamente Eklemovic la desvanece en el ataque siguiente.

Pero el Ademar no se rinde. La zurda de Buntic da de nuevo aire al Ademar: 26-29. ¿Es posible el milagro? La grada así lo cree y lo corea al grito de «¡Sí se puede!». Los húngaros ya están a dos: 27-29 a falta de seis minutos. Dani Sarmiento en una contra deja las cosas en un apretadísimo 28-29. El parcial es de 4-0 para los de Ribera. Quedan cinco minutos. Aún es posible.

Krivoshlykov tiene el empate en su mano pero su penalti se lo adivina Peric. El ruso enmienda su error en el ataque siguiente y sube las tablas al marcador: 29-29. Increíble diez minutos antes pero cierto.

Con dos minutos por delante y empate a 30 el Ademar pierde a Chernov excluido. Deberá jugar hasta el final en inferioridad. Los árbitros excluyen acto seguido a Castresana y pitan unos dobles inexistentes a Buntic para enterrar cualquier posibilidad leonesa. Y los húngaros no desaprovechan tantas facilidades. Ahora, a esperar un milagro.

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