opinión | LUCHA LEONESA... Y ALGO MÁS
Los clubes como colectivo
TODO EL MUNDO está de acuerdo en que los clubes son el futuro de la lucha leonesa; representan el gran soporte, por no decir el único y puesto que el propio soporte futurista de la cantera ha de estar en función de los clubes.
En alguna ocasión ya hemos señalado que los clubes debieran estar para algo más -mucho más- que cumplir el trámite de participar en una liga invernal por equipos, destinada (¿también este año?) a salvar el expediente, justificarse y llenar el vacío invernal. Por cierto que lo de invernal es un decir, puesto que ya quedaron en blanco los últimos casi cuatro meses y en todo caso sería para llenar una parte del vacío primaveral.
En cualquier caso bien estaría potenciar esta competición en todos los órdenes. Pero sin perder de vista el verdadero sentido de los clubes que se corresponde con las otras dos ces : cantera y convivencia (dentro del club). Convivencia de los chavales -cantera- entre sí y con los luchadores más o menos consagrados; convivencia en valores, más allá de los aportes luchísticos, técnicos, competitivos, de preparación física etc.
Según tales parámetros, casi lo menos importante habría de acabar siendo ganar o no su liga por equipos. El sentido de equipos, el «hacer equipo» se desarrollaría en paralelo y va mucho más allá. «Educar y formar en valores» que expresaría -"y muy bien expresada- la pedagogía deportiva del balonmanista Hermano Tomás: de ahí el espíritu del Ademar.
Todo ello en cuanto a los clubes como tales e individualmente. Pero el objetivo ha de seguir yendo más allá, en pos de su cohesión y aglutinamiento. Ya que no un frente común (que también, por más que suene a beligerante o federación paralela), al menos una puesta en común unitaria, seria y comprometida. Claro que previamente habrían de superarse -"enterrarse definitivamente- enfrentamientos, animadversiones, suspicacias, recelos, envidias-¦ Pocos y mal avenidos.
Lo de menos es quién dé el primer paso. Lo importante es ponerse a trabajar en una dirección cohesionadora y aglutinadora, que dotaría al colectivo del mayor poder decisorio y capacidad negociadora; y capacidad funcional y operativa en todos los órdenes. Pero siempre como colectivo de una sola voz, que sería lo que le diese fortaleza ante sí mismos y ante órganos, instituciones y todo el entorno de la lucha leonesa.
Los clubes, o el colectivo de clubes por mejor decir: inequívoco estamento para alejarse y superar los atávicos lastres y la inacción de los últimos equipos(?) federativos ¿De nuevo mentalidad del aluche de la boina en la cúpula dirigente? Ante ello ese sería el momento de los clubes; la hora del abordaje de los clubes sin más demora. Salir a la palestra, posicionarse y empezar a actuar con su propia estrategia. Conjunta y colectivamente.
No solo serán dueños de su propio destino como colectivo de clubes, sino colectivamente del mismísimo destino de la lucha leonesa. A la manera de la mancomunidad de intereses en el deporte profesional. La balonmanista Asobal, la Liga de Futbol Profesional-¦
Suplir las limitaciones y carencias federativas, con una mayor capacidad e imaginación. Actuaciones conjuntas en cuanto a presentaciones fuera de los marcos y territorios habituales; impulso a la paupérrima cantera y ya no digamos el número de licencias sénior, al centro de tecnificación en clave de diversificación y variantes de lucha mucho más universales que las folklórico-celtas o similares.
Con sus múltiples aportaciones motivadoras y capacitadoras para nuestros luchadores; de lo contrario es fiel reflejo el hecho empobrecedor de que en todo un Campeonato Nacional de Luchas Olímpicas , la lucha leonesa esté representada por tan sólo dos practicantes habituales y en activo ¡Dos representantes de la lucha leonesa! Pobre participación, y si con dos se consiguen clasificaciones-¦
Por cierto, por qué para la inminente Liga por Equipos el «colectivo de clubes» como tal no aporta iniciativas a una competición tan sumamente descafeinada. Sistema de competición, más preponderancia a la base, reglamento ad hoc en cuanto a despenalizar las sueltas, agilización agarre etc. Y un mucho mayor lanzamiento publicitario y difusor.
Nota final. Recordarán que en el arranque de la columna de la semana pasada nos decantábamos ya de entrada hacia una Federación Leonesa de Lucha, para a continuación añadir «o mejor enlazar con una F. L. L. (siglas efe, ele, ele) en activo hasta la década de los ochenta-¦» Pues bien, dichas siglas efe/ele/ele del original, en la trascripción fueron sustituidas por Federación de Lucha Leonesa y que no se correspondía con la intencionalidad del contexto, como el buen juicio del lector deduciría. Reiteramos F. L. L. = Federación Leonesa de Lucha.