El Club de Pelota Leonés se despide con sendas victorias

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El Club de Pelota Leonés no podía terminar este campeonato con dos castigos que pesaban sobre sus espaldas, después de veintiséis años de competición. Por un lado, el descenso a tercera categoría. Por otro, el no haber ganado un solo partido. Carvajal, Ugidos, Charli y Chobo ganaron a sus oponentes, aunque el descenso de categoría no pudo evitarse. Veintiséis años han sido necesarios para que el Club de Pelota Leonés sufra este descalabro. Ahora, de una forma inesperada pero real, se precipita a Tercera División que, a efectos de competición, no existe para la Federación Española de Pelota.

Mucho sufrimiento han tenido los pelotaris que defendieron este año el campeonato. La pérdida sistemática de un partido tras otro ha desinflado el ánimo y, hoy por hoy, los componentes del Club Leonés se preguntan si convendrá o no seguir en la brecha. Los años, que también pesan, son fiel reflejo de que el cuerpo está pidiendo un descanso. Las lesiones se suman unas a otras y hay domingos de competición donde no se sabe quien o quienes podrán defender los partidos. Sin ir más lejos, Carvajal, que había sufrido un esguince en el entrenamiento del jueves, quedó a la espera de saber si el domingo podría o no jugar. Con este panorama, poco o muy poco se puede hacer.

Los partidos disputados entre extremeños y leoneses fueron toda una sorpresa. Carvajal, que parecía no importarle que su tobillo todavía estuviera resentido, se armó de valor y coraje y en compañía de Ugidos presentaron cara a la pareja extremeña, Sanz-Valle. Lo que pasó a continuación casi no podíamos creerlo. Los leoneses, motivados por no sé que fórmula y animándose mutuamente, pusieron el partido patas arriba. El tobillo de Carvajal parecía de goma y daba la impresión de que se lo habían prestado nuevo y reluciente para este partido. Con golpes y paletazos de ambos y un juego contundente y eficiente, metieron en vereda a los contrarios con un resultado final de 35-12 inapelable.

La pala corta que defendieron Charli y Chobo fue copia de lo ocurrido en paleta. Los leoneses se multiplicaron por la cancha no dando una pelota por perdida. Por fin, Charli se reencontró consigo mismo y con su juego. Chobo, desde los cuadros zagueros, fue un muradal para su oponente Carballo. Empaló, mandó y jugó muy a gusto, disfrutando del partido y animando constantemente a su compañero Charli, que fue superior a Barbero, a pesar de que este último intentó imponer su juego. Gozo y satisfacción para ambos y alegría para los espectadores que vieron, por fin, a un Club de Pelota Leonés correoso e ilusionado. El resultado final fue de 40-27 para los leoneses.