Las momias y los lirios

CUANDO LLEGA esta época de primavera las flores suelen adornar los jardines y entre ellas aparecen los lirios que dan belleza y alegría en el ambiente y paisaje. También producido quizá por los cambios de temperatura la actitud y carácter de la gente va cambiando y en ciertos momentos se expresa la frase de estás como una momia refiriéndose a la falta de reacción ante ciertos estímulos. En el mundo del fútbol también sucede esto y se producen esas situaciones donde se reacciona como los lirios en buena sintonía, o como las momias de una forma apagada e insegura. Las necesidades de los equipos cuando se llega cerca del final de temporada aumentan y los márgenes de fallo no existen y más cuando la situación no es buena y un mínimo error te puede llevar al precipicio. No es que los clubes se jueguen en estos partidos toda la temporada porque los puntos son los mismos y las victorias siguen valiendo tres puntos, pero la escasez del calendario impide cometer equivocaciones porque no hay tiempo de recuperarlas. El tener una plantilla amplia y competitiva marca la diferencia en estos momentos donde las lesiones, sanciones, estado físico, anímico y económico influye en gran medida. Los conjuntos que están peleando por la parte alta de la tabla ven que están cumpliendo el objetivo de luchar hasta el final para intentar clasificarse para disputar la fase de ascenso y conseguirlo o no, es cuestión de regularidad y cometer los mínimos errores posibles en el corto calendario que queda. Los equipos que están con el agua al cuello en la zona baja intentan que cada partido sea una final porque un fallo mandaría al traste todo lo inicialmente previsto y es cuando más intensidad y concentración de la temporada desarrollan. El no hacer los deberes a su tiempo puede resultar bastante caro y eso si que no tiene remedio. También hay otros equipos que ya han «finalizado» su temporada pues están en terreno de nadie. La disposición de estos conjuntos no es la mejor, ya que la concentración y motivación brilla por su ausencia, y lo que piden a gritos es que la temporada acabe. Nunca llueve a gusto de todos, pero en estas fechas los lirios florecen y las momias aparecen donde menos te lo esperas.