Bautista pidela revancha
t.g.n. | madrid
El motociclismo ha super ado el circuito de la crisis con inteligencia. Los pilotos se han reducido los sueldos en un 25 por ciento y los costes de las motos, los recambios anuales y los gastos generales se han rebajado en un tercio, camino de la mitad el próximo año. El mejor ejemplo se vive en la cilindrada de 250, el patito feo de la situación económica. En 2010 pasará a ser de 600 y no ha perdido ni interés ni participantes en el año de purgatorio. El 16 de diciembre había únicamente 16 inscritos. A la hora de la verdad, el cuarto de litro presentará 24 hombres en la parrilla de Qatar. Y una atracción fatal tan interesante como MotoGP: Simoncelli, Bautista y Barberá. ¿Alguien da más? La realidad es que la guerra encarnizada entre estos tres enemigos ya lo hace emocionante.
Campeón en el 2008, Simoncelli desea pasear el centenario de Aprilia con otro título que le catapulte hacia MotoGP en 2010. Sus artes sucias en algunas carreras, como las definió Aspar, han conseguido un imposible: Bautista y Barberá lucharán juntos, que no revueltos, para derrotarle. Álvaro sufrió sus maniobras en tres grandes premios. Héctor se jugó la vida en la recta de Mugello cuando el italiano le cortó la trazada a 286 kilómetros por hora.
Las cuentas siguen pendientes. Di Meglio será el cuarto hombre . Nada más ascender de 125 ha demostrado su clase. La novedad es Aitor Rodríguez, un veterano que debuta en el circo mundial después de brillar en la Ninja Cup. Simoncelli siente las mismas sensacio nes de su amigo Rossi: «Todos contra mí». Se lo ha ganado a pulso.