La lluvia arruina el espectáculo y obliga a suspender la categoría reina: la de Moto GP
losail
Ni olor a gasolina, ni emoción sobre el asfalto. Agua. La verdadera protagonista de las primeras carreras de la temporada de MotoGP fue la lluvia. Nadie puede con la meteorología, aunque resulte extraño creer que pueda caer la que cayó este domingo en el circuito de Losail. En pleno desierto. Pasaban poco más de las 22.30 horas cuando la dirección de carrera tomó la decisión sobre la disputa de la categoría reina. «Se pospone al lunes bajo consideración», rezaba el escueto comunicado que ofrecieron.
Tuvo que ser en Qatar, en la única prueba nocturna en la que el asfalto mojado no da opción a correr. La pista se convierte en una especie de espejo que deja sin referencias a los pilotos. No se ve la cantidad de agua que puede haber acumulada a lo largo del trayecto, la suciedad que puede haber en la entradas a las curvas. Porque si en un circuito hay que respetar la trazada, es en éste.
Estar en tierra de nadie y rodeado de arena tiene algunos inconvenientes, por mucho que el trazado quede precioso iluminado desde las alturas. El viento y la lluvia arrastran suciedad a circuito. Y disputar una prueba en estas circunstancias es poco menos que mandar a los pilotos al patio de los leones.
Fue una pena, porque la carrera de la categoría reina tenía este domingo algunas incógnitas por resolver. Tras el monólogo de Casey Stoner durante la pretemporada había que saber si la muñeca operada del australiano era capaz de aguantar una carrera completa. Él había dicho que sí, pero la mejor forma de demostrarlo era sobre el asfalto. En el warm up celebrado antes del inicio de la competiciones, ya había dejado patente que saldría a tratar de sumar su tercera victoria consecutiva en Losail.