Fútbol | Liga de Campeones
Undécima semifinal del Barça, que la disputará ante el Chelsea (1-1)
El equipo blaugrana tramita en el Allianz Arena de Múnich su eliminatoria frente al Bayern
múnich
De menos a más durante el partido, el Barcelona se recuperó de un inicio incómodo para acabar silenciando el estadio del Bayern. Si en la primera parte salvó la papeleta con un fútbol práctico, en la segunda pudo desplegar el juego que ya le ha situado entre los cuatro mejores del continente. Nunca temió por la eliminatoria, sentenciada ya en Barcelona (4-0).
Mermado por las ausencias de Schweinsteiger y Podolski, el Bayern quedó a expensas de la inspiración de Ribéry, puro talento. Pero más allá del francés, el Bayern fue un desierto futbolístico, un equipo metalúrgico. Planteó un partido más físico que en la ida, arropado por la sonoridad de su estadio, pero su fútbol no estuvo a la altura de la solemnidad del recinto.
A empujones, el equipo de Klinsmann intentó cohibir al Barça, que plantó cara en la batalla psicológica, fiel a su estilo de afrontar cada partido como si fuese el último, por más que el 4-0 de la ida le permitiese un cómodo margen de error.
Con 45 minutos de retraso, el Bayern movió el marcador. Lo hizo Ribéry, el faro futbolístico del conjunto alemán. A la salida del descanso, con los jugadores del Barcelona aún atándose las botas, llegó al área azulgrana, sentó a Valdés y firmó el 1-0.
No se inmutó el Barça, dueño de la pelota en el estadio bávaro. Después de un frustrado remate de Eto-™o a dos metros de Butt, el Barça encontró el gol que premió su esfuerzo. Iniesta, Eto-™o y Xavi combinaron en el área de Butt como si fuese un entrenamiento del Dream Team . El rondo lo cerró Keita, que remató a la red el balón cedido por Xavi. Y se acabó.