Pepe, sancionado sin clemencia con 10 partidos por sus agresiones

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Pepe se perderá lo que queda de Liga y las cuatro primeras jornadas de la próxima temporada. El jugador del Real Madrid tendrá que cumplir 10 partidos de sanción por su minuto de locura durante el encuentro del martes frente al Getafe en el Santiago Bernabéu.

El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (FEF) ha impuesto a Pepe un partido de suspensión por su expulsión, cuatro por sus patadas a Casquero, otros cuatro por su puñetazo a Albín y uno más por llamar «hijos de puta» a los árbitros. El primer tribunal de justicia federativo ha castigado a Pepe con sendas sanciones por agresión en su grado mínimo, aunque no le ha aplicado ningún atenuante, ya que reconoce que al llamado arrepentimiento espontáneo «le faltó inmediatez», al no pedir perdón hasta presentarse en la zona mixta del estadio madridista.

El violento comportamiento de Pepe ha sido enjuiciado incluso con condescendencia por parte de Competición, ya que los Estatutos prevén una suspensión de cuatro a 12 partidos por agredir a otro sin causar lesión. El defensa del Madrid pateó a Casquero en dos ocasiones cuando éste se encontraba tendido en el suelo y a continuación propinó un golpe en la cara a Albín. «Se aplica el grado mínimo en las sanciones porque, entre otras razones, no ha habido resultado lesivo», destacó el presidente de Competición.

A pesar de que Pepe se ha convertido en uno de los jugadores castigados con mayor dureza en las últimas ediciones de la Liga, el Real Madrid esperaba una sanción de tal calibre, entre seis y diez partidos, y ya tenía asumido que el internacional portugués no volvería a jugar lo que resta de campeonato. Nunca en la historia del club blanco un futbolista del Madrid había sido sancionado con tantos partidos en la Liga española. En total, serán alrededor de dos meses los que deberá estar alejado de los terrenos de juego por una actitud que ha ensuciado la imagen del Real Madrid y ha provocado el reproche de sus compañeros, aunque los dirigentes del club presentasen alegaciones a Competición para justificar sus acciones e intentar rebajar la pena. «No se han apreciado atenuantes, ya que no hubo provocación previa de ningún rival, igual que no se puede hablar de falta de antecedentes, porque esta misma temporada ya había sido amonestado», subrayó Flórez. El Madrid no descartaba ni siquiera recurrir ante el Comité de Apelación para continuar defendiendo a Pepe.

Competición también ha aplicado la menor sanción posible por los insultos proferidos al equipo arbitral al abandonar el campo, ya que los Estatutos establecen una suspensión de entre uno y tres partidos por dirigirse a los árbitros en términos o actitudes injuriosas o de menosprecio. Y ni siquiera ha tenido en cuenta que el jugador expulsado regresase al terreno de juego para celebrar con sus compañeros el gol de la victoria de Higuaín. Este hecho también fue reflejado en el acta por el colegiado Delgado Ferreiro, quien apuntó que Pepe fue expulsado «por empujar por detrás a un contrario evitando una ocasión manifiesta de gol» y que «una vez en el suelo y con el juego detenido, el jugador local le propinó una patada al jugador objeto de la falta, y un puñetazo en la cara a un adversario».

El árbitro, sin embargo, no reflejó en el acta que Marcelo sacó la lengua al Cata Díaz y se tocó los genitales, y por ello se ha librado de sanción, ya que Competición ha preferido no actuar de oficio para castigar la infantil e irrespetuosa actitud del lateral.