NBA
Bryant y Gasol ponen a los Lakers en las Finales de la NBA
La combinación del escolta Kobe Bryant y el ala-pívot español Pau Gasol hizo relucir su mejor baloncesto en el sexto partido de las finales de la Conferencia Oeste para que Los Ángeles Lakers venciesen por 92-119 a los Nuggets de Denver y lograsen su pase a las Finales de la NBA.
Los Lakers ganaron la eliminatoria por 4-2 y jugarán la trigésima Final de su historia, segunda consecutiva, contra el campeón de la Conferencia Este -que saldrá de la eliminatoria que disputan los Magic de Orlando contra los Cavaliers de Cleveland con ventaja de 3-2 para los primeros-.
Sin discusión alguna, Bryant fue un gran líder que hizo el partido perfecto, sin ningún tipo de egocentrismo, y lo demostró con 35 puntos, 10 asistencias, seis rebotes, un tapón y sólo una pérdida de balón.
La estrella de los Lakers, que fue elegido como el Jugador Más Valioso (MVP) de las finales de la Conferencia Oeste, anotó 12 de 20 tiros de campo, incluidos 2 de 4 triples, y 9-9 desde la línea de personal.
Pero fue Gasol quien rompió por completo a la defensa de los Nuggets en el tercer periodo para que Bryant y el resto de sus compañeros pudiesen anotar, al margen de la aportación que hizo el jugador de Sant Boi (Barcelona), que volvió a apuntarse un doble-doble monumental.
Gasol consiguió 20 puntos (8 de 12 tiros de campo y perfecto desde la línea de personal) con 12 rebotes -líder indiscutible del equipo en ese apartado-, seis asistencias, tres recuperaciones y un tapón en los 42 minutos que jugó, el que más de los Lakers.
" Sabíamos que si jugábamos fuerte y agresivos podíamos ganar aquí y así sucedió y por eso estamos en las Finales ", declaró Gasol. " Hemos conseguido el primer gran objetivo, ahora hay que seguir de la misma manera en la última serie que nos falta ".
La perfecta combinación entre Gasol y el alero Lamar Odom permitió que éste terminase el encuentro con 20 puntos y ocho rebotes, mientras que el escolta de origen dominicano Trevor Ariza concluyó con 17 puntos y cuatro rebotes.
Como equipo, los bicampeones de la Conferencia Oeste tuvieron nada menos que un 57,3 por ciento de acierto en los tiros de campo, el 56 (9-16) de triples y el ciento por ciento (24-24) desde la línea de personal.
Los porcentajes de tiro no dejaron ninguna duda de que a los Lakers les había salido todo a la perfección, habían tenido su gran noche, mientras que a los Nuggets les sucedió todo lo contrario, especialmente en el apartado defensivo, que jugaron su peor partido.
El alero Carmelo Anthony lideró de nuevo el ataque de los Nuggets con 25 puntos, pero sólo 6 de 17 tiros de campo y sólo cinco rebotes, mientras que el escolta reserva J.R.Smith aportó 24 puntos, incluidos 4 de 9 triples, para maquillar algo el resultado final, pero el equipo de Denver jamás estuvo en la pugna por el partido.
La mejor demostración la dio el pobre rendimiento que tuvo el base Chauncey Billups, que se quedó con sólo 10 puntos (2-7 de tiros de campo), nueve asistencias y cuatro rebotes, pero perdió nada menos que cinco balones.
" No jugamos nada de defensa en el tercer periodo y así es imposible ganar a los Lakers ", comentó con frustración el entrenador de los Nuggets, George Karl.
Los Nuggets, que han tenido la mejor temporada de su historia desde 1985, no encontraron nunca la inspiración durante el partido más importante de la eliminatoria y del año y cayeron con toda justicia.
El conjunto de Denver capturó 27 rebotes por 38 de los Lakers y repartió 14 asistencias por 28 del equipo angelino, que demostró con total claridad que es el mejor de la Conferencia Oeste y justo campeón defensor.
Desde el inicio todo le salió bien a los Lakers. Fue su mejor partido no sólo de la serie sino en lo que va de la fase final y, gracias a su acierto tanto en el juego interior como en el perímetro, alcanzaron un parcial de 67-83 en el tercer período que resultaría decisivo.
A falta de 11 minutos para la conclusión del encuentro, la ventaja para los angelinos llegó a los 21 puntos (67-88), por lo que sólo un milagro hubiera podido salvar a los Nuggets. Y con Bryant y Gasol en el campo más inspirados que nunca, fue sencillamente imposible.