Picón, no hay dos sin tres

La 43 edición de la Semana Internacional de la trucha ya tiene ganador, el mismo que triunfó consecutivamente en la 30 y en la 31 edición, hace ahora doce años. Mucho ha cambiado este evento a lo largo de la última década, pero a tenor de los resultados la veteranía sigue siendo un grado. Los jóvenes, en esta ocasión, se han tenido que conformar con la segunda plaza, conseguida por David Calzado y con la tercera lograda por Isidro Suárez. Ambos defendieron la posición mantenida en la primera manga disputada el viernes pero fueron superados por Jesús Picón, que partía tercero, gracias al tamaño de las truchas del tramo de los ganchos del Condado II, que superaban en su mayoría los 30 centímetros en una semana en la que la media de capturas bajó ostensiblemente con respecto a pasadas ediciones. Un total de 27 truchas, 16 en la primera manga y 11 en la segunda le dieron el triunfo.

Hace ahora once años que Jesús Picón abandonó la alta competición o selección nacional tras permanecer en el equipo otros tantos años. En ese tiempo tuvo oportunidad de competir en cinco campeonatos del mundo de los que guarda un grato recuerdo, especialmente el celebrado en Nueva Zelanda, el paraíso de la trucha. Sigue manteniendo una enorme afición, pero por puro placer y sin las tensiones que la competición trae consigo. El gusanillo le lleva, sin embargo, a participar en concursos fuera del calendario oficial, como son el Máster de Cantabria o el de la Vera y la propia Semana Internacional que no abandonará salvo fuerza mayor. Cuando los concursos se realizan por parejas su compañero suele ser Pablo Castro, el pescador mas en forma del equipo nacional en la actualidad.

Final en el Porma. Pese a los rumores que apuntaban hacia otro escenario la final se desarrolló íntegramente en el Porma. Sin que este río atraviese sus mejores momentos, con el tramo alto en veda total a causa del alga invasora conocida como «moco de roca» y con sus poblaciones trucheras visiblemente mermadas, la comodidad que representa para la organización juega un papel determinante. El centro de control se sitúa en el Aula de río de Vegas del Condado, una instalación muy cuidada, propiedad de la Junta y equidistante de los tres acotados utilizados para el concurso que son los cotos de Cerezales, Condado I y Condado II. A lo largo de toda la prueba cada pescador concursante cuenta con un agente forestal que controla la acción de pescar y mide las capturas antes de ser devueltas al río en las mejores condiciones. Una vez finalizado el tiempo debe llevar la plica rápidamente a la zona de control para informatizar las capturas y poder dar los resultados.

En la mayoría de los tramos el Porma discurría con un caudal muy adecuado para la pesca. Tan solo por encima del puente de Vegas del Condado se acusó la reducción producida por la minicentral. A pesar de ello sigue habiendo una notable diferencia de unos lugares a otros, lo que influye claramente en los resultados finales. Pero si importante es el tramo, no lo es menos la pericia del pescador y de ello dan fe los resultados logrados por pescadores diferentes en un mismo tramo. El comportamiento de las truchas también está cambiando, de forma que apenas comen en superficie y es preciso pescar «a ninfa» si se quiere conseguir un resultado brillante. Picón supo interpretar la situación para conseguir su tercer trofeo de vencedor de la Semana Internacional de la Trucha.