fútbol. segunda División B
Emperador arremete contra Maté
El vicepresidente de la Cultural califica las declaraciones del presidente de la Federación de Castilla y León, Marcelino Maté, como «un insulto hacia un club con casi cien años de historia»
El vicepresidente de la Cultural, Carlos Emperador, considera las declaraciones del presidente de la Federación de Castilla y León de Fútbol, Marcelino Maté, como «un insulto hacia una entidad deportiva con casi cien años de historia».
Carlos Emperador asegura en referencia al presidente del órgano federativo autonómico: «Marcelino Maté debería ser más respetuoso con este club y con su afición, porque con sus manifestaciones lo único que ha demostrado es que no tiene ningún respeto por esta entidad ni por sus seguidores, además de que ha ninguneado a nuestro presidente Domingo Cueto y también a Antonio García de Celis, dos personas que han hecho mucho por esta sociedad deportiva, arriesgando mucho dinero».
Carlos Emperador mantiene que se siente maltratado por la Federación de Castilla y León y en concreto por su presidente, Marcelino Maté, tras la composición de los grupos de la Segunda División B, «que en ningún caso responde a un criterio de proximidad geográfica».
Carlos Emperador insiste en que la Federación de Castilla y León de Fútbol, con su presidente Marcelino Maté a la cabeza, «ha discriminado a la Cultural tras el reparto de grupos de la Segunda División B». «Tiene que pensar que para la Cultural la composición más lógica de los grupos es la de integrar a los asturianos con nosotros, porque están a una distancia muy corta y nos posibilitaría viajar en el día, con lo que los costes serían menores y así se beneficiaría nuestra economía. Nos envía a jugar frente a los navarros y vascos, con el coste a mayores que supone», esgrime el vicepresidente de la Cultural.
Carlos Emperador define como «una patada a la Cultural» el cambio de los equipos asturianos por los navarros.
El enfado de Carlos Emperador llega a tal punto que afirma: «El único que está manipulado es Marcelino Maté, porque si tuviera dos dedos de frente no hubiera aceptado el reparto de grupos que se ha hecho. Maté nos ha decepcionado y marginado».
El malestar del dirigente culturalista se justifica en «lo ilógico de la distribución de equipos, cuando hemos puesto sobre la mesa hasta cuatro proposiciones de grupos, aunque él mienta y diga que no lo hicimos».