Diario de León

tenis. españa debuta en la copa davis

Oreja de Verdasco y cogida de Robredo

La pista habilitada en la plaza de toros de Puerto Banús vibró con la victoria de casta de Verdasco pero el triunfo de Kohlschreiber ante Robredo la dejó en silencio por el inesperado revolcón

El capitán del equipo de España, Albert Costa, felicita a Verdasco por su victoria.

El capitán del equipo de España, Albert Costa, felicita a Verdasco por su victoria.

Publicado por
josé manuel cuéllar | marbella
León

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E mpate a uno. Mala cosa porque el doble de este sábado va a ser complicado. Ayer viernes hubo tablas, pero con malas sensaciones. El 1-0 nunca debió ser tan largo ni tan complicado. Sea Copa Davis, haya o no haya rankings o se iguale todo. Verdasco ganó en cinco sets que se complicó él solo, sin ayuda de nadie. Para según quién, y es para casi todos, es mala cosa ganar 6-0 un set inicial, porque todo lo ves de color rosa, y es un rosa maldito que, por mor de la confianza propia, se acaba tornando en negro.

Pensó Fer, y lo pensamos todos, que era pan comido. Y, francamente, fue disculpable la ligera confusión. Beck no había tomado medida a la pista, ni a la bola ni a las líneas. A nada.

Cada saque era un continuo peligro para los cámaras de televisión, que estaban diez metros detrás de la pista. Fue un continuo horror el alemán, algo digno de ver y escasamente creíble. No metió ni una bola. En cuatro juegos hizo tres puntos y pareció que o no veía o veía mal. El donuts fue mala cosa para el alemán, pero también para el español. Porque Fer dio un paso atrás, debió ser algo instintivo, pensando en su subconsciente que aquello no daba para más. Ese paso atrás fue un desastre.

Cuando perdió dos mangas, producto del contagio que le había producido el espantoso tenis del germano en el primer set, el madrileño hizo lo mejor que podía hacer: irse al baño. Se fue con Albert Costa, pensaron en frío y ambos coincidieron en lo que estaba pasando y en lo que había que hacer. Un metro adelante, golpes más apoyados, más dientes, ser ofensivos. Fue mano de santo. Entre el cambio de actitud de Fer (sacando ya bombas a 210), arriesgando en los -˜winners-™, y el calor (cuarenta grados), que devoraba las entrañas de Beck, todo cambió. El alemán se derrumbó cuan largo es, y lo es mucho: 6-0, 3-6, 6-7 (4), 6-2 y 6-1.

Robredo no pudo con Kohlschreiber y duele decirlo, pero antes del partido había más gente que no confiaba en él que los que sí lo hacían. Tiene Tommy el estigma de que no da la talla en la Davis y este viernes dio armas a sus detractores. Daba igual que nunca hubiera perdido con el alemán (4-0). Todos le miraban de reojo.

Quizás fuera algo que él percibiera, pero el caso es que nunca fue el jugador que conocemos. Perdió las ocasiones de que dispuso (bola de break en el 3-3 del primero y 2-0 en el segundo). Acabó perdiéndolo todo y nunca dio la sensación de poder controlar el juego. Kohlschreiber es un jugador de Davis mucho más consistente, firme y seguro desde el fondo, pero agresivo cuando lo requiere la ocasión.

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