Una Vuelta sin apenas descanso
El análisis | JAVIER PASCUAL
La vigésima edición de la Vuelta a León tendrá todos los atractivos e ingredientes necesarios para que el aficionado pueda disfrutar de cinco días de auténtico ciclismo. La rica altimetría de la provincia será un ingrediente vital lo mismo que la disposición de un pelotón de 119 ciclistas de primera fila que auguran una batalla sin tregua desde el primer al último día. Bien es cierto que las dos últimas etapas serán tremendamente exigentes en cuanto estarán plagadas de dificultades montañosas. Pero también serán exigentes las tres anteriores en la que los abanicos provocados por el viento, el discurrir por zonas urbanas y la batalla de los integrantes del pelotón podrían hacer más complicado a los llamados a enfundarse el maillot amarillo su objetivo.
Precisamente lo importante será lo que hagan los ciclistas ya que por muy duro que planifiques el trazado si ellos no hacen duro el trayecto todo el trabajo sería inútil. A buen seguro que desde el primer kilómetro habrá ataques, escapadas y mucha batalla dada la calidad y potencial de los equipos participantes.
También habrá oportunidad para que los valientes puedan atacar y protagonizar fugas que puedan llegar a buen puerto. Respecto a los ciclistas sin duda alguna existen muchos candidatos al triunfo aunque destaco al colombiano del Boyacá Fredi que cuando la carretera se inclina va a contar con un gran protagonismo.
En suma, la Vuelta a León va a volver a mostrar el mejor ciclismo posible para el aficionado que a lo largo de cinco etapas podrá disfrutar de todos los alicientes que hacen tan atractivo este deporte y que han dotado a esta ronda provincial en un referente en el calendario nacional. Será desde el próximo martes 4 de agosto y a lo largo de cinco exámenes cuando se compruebe que nada es imposible y que la tranquilidad en una carrera como esta no está asegurada deportivamente hablando.