CICLISMO. LA VUELTA A LEÓN LEVANTA EL TElÓN
Cinco jornadas a todo ritmo
Viento, abanicos, tránsito por núcleos urbanos y dos últimas etapas de auténtica montaña decidirán el propietario del maillot amarillo en la ronda provincial
El tan manido argumento de que la montaña es la encargada de dictar sentencia en el ciclismo no es del todo exacto. Y así han intentado plasmarlo los responsables de confeccionar el trazado de la Vuelta a León, Decon, a lo largo de cinco etapas en las que la exigente altimetría de las dos últimas tendrá su contrapeso en las tres precedentes en las que el viento y los temidos abanicos, el paso por núcleos urbanos y sin duda alguna el hambre de gloria de los ciclistas tendrán mucho que decir.
La primera ocasión para comprobarlo será el martes en la etapa inaugural de la ronda provincial entre la capital leonesa y Onzonilla. Casi 150 kilómetros examinarán las prestaciones de los equipos que deberán estar atentos a cualquier contingencia, en especial a los tres puertos de montaña de tercera categoría. Rabobank y el Calzatura, a priori más efectivos sobre el llano serán los encargados de intentar mantener el control de una carrera en la que los leoneses del Diputación-Deyser buscarán su gloria. La amenaza de las escapadas más que posible será real.
Al día siguiente, la caravana ciclista transitará entre Santovenia de la Valdoncina y Cembranos a lo largo de 144 kilómetros en los que los denominados «sube y baja» serán habituales. Los esprinters volverán a tener una ocasión inmejorable para apuntarse el triunfo parcial, especialmente porque los últimos kilómetros, llanos, les serán propicios. La tercera entrega aumentará su complejidad. Valderas será el punto de salida y Benavides de Órbigo la llegada después de algo más de 138 kilómetros. Después de un trayecto en progresivo ascenso a partir del kilómetro 80 la carretera empezará a inclinarse con tres cotas de tercera categoría. Salvarlas conllevará a los rodadores muchas opciones para intentar en el descenso de casi 15 kilómetros apuntarse la victoria.
El viernes 7 de agosto y al día siguiente llegará la oportunidad para los especialistas en la montaña. Primero en la etapa entre Lorenzana y las Cuevas de Valporquero con casi 179 kilómetros para temblar. Dos puertos de tercera categoría, uno de segunda y otros dos de primera probarán la resistencia de los supervivientes en la Vuelta. El final en alto augura batalla y ahí, especialmente el Boyaca con su líder Fredi, puede dinamitar la clasificación. Sin apenas descanso llegará la última etapa entre La Bañeza y Ponferrada con el Morredero cono nuevo juez. Eso sí, el final será tras en descenso.