La voz de la Vuelta tiene nombre propio, Mónica Guajardo

El éxito de una buena organización en una vuelta ciclista se basa en la comunicación, ya que durante toda el evento tanto los equipos, como los jueces y miembros de la organización tienen que estar constantemente comunicados entre sí. Para que esto suceda un equipo formado por diez personas se encarga de la comunicación, a través de la denominada radio Vuelta. Este sistema consiste en que todos los vehículos y personal de la organización estén conectados mediante una emisora para que una persona, en este caso, Mónica Guajardo, vaya dando indicaciones para que todo funcione correctamente. Mónica es la encargada de ir en el coche del presidente del jurado técnico y otra persona, Javier Michaus, va en moto en cabeza de carrera continuamente, para trasmitir: dorsales, tiempos en relación con el pelotón de los escapados y de los corredores intermedios si los hubiese a Mónica que lo transmitirá al resto de personal de organización y medios de comunicación asistentes a la prueba. Las indicaciones se dan en dos idiomas, en castellano, por ser el idioma del lugar donde se celebra la prueba y en francés, idioma oficial del ciclismo. Mónica comunica las ordenes de los jueces, las posibles incidencias, los escapados o avisa a los equipos de cuando pueden dar avituallamiento a los corredores. Es la encargada de dirigir todo el tráfico de vehículos y personas que giran en torno a la prueba. Este equipo de personas también se encarga de la toma de los tiempos en meta, del vallado y del camión podiúm. Además de los coches neutros que son los encargados de dar avituallamiento o soporte técnico a los corredores cuando el equipo no puede acceder a ellos.