La Vuelta, casi un éxito total; faltó calidad en las escuadras

El tiempo acompañó en todas las etapas a esta edición de la Vuelta, la organización hizo bien su trabajo, la seguridad permitió que todo funcionase correctamente, las azafatas cumplieron con su papel a la perfección, los efectivos médicos estuvieron siempre y afortunadamente las pocas veces que se les necesitó, los jueces fueron justos y lo necesariamente rigurosos.

¿Entonces qué es lo que le faltó a esta prueba para que no dejase un sabor agridulce? La calidad. Diecisiete equipos, varios de los mejores del mundo pero pocos corredores de renombre dentro de las escuadras, lo que permitió que el Boyaca y el Calzatura danzarán a sus anchas por la Vuelta, sólo sorprendidos por los esprinters del Rabobank que no metieron mucho miedo en el cuerpo ni a los colombianos ni a los italianos.

Se esperaba más del Diputación de León Deyser que no estuvo muy afortunado, únicamente la gran labor de su corredor holandés, Pol Nabben que lograba una merecida cuarta plaza en la clasificación general.

Respecto al maillot de mejor leonés, el corredor del Deyser, Jorge Álvarez no tuvo problema para hacerse con él en todas las etapas. Esperemos que para la próxima edición haya al menos dos leoneses.