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POLIDEPORTIVO. LA PERTIGUISTA SUCEDE A NADAL

De zarina a princesa

La atleta rusa Yelena Isinbayeva recibe el premio Príncipe de Asturias por su «espíritu de superación encomiable»

Isinbayeva es la quinta mujer que recibe el «príncipe».

Publicado por
NEMESIO RODRÍGUEZ | oviedo
León

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Yelena Isinbayeva ya tiene un premio que venía ahelando desde hace tiempo. No es una medalla de oro olímpica ni mundial, que las tiene. Se podría decir que es un «príncipe» para una «zarina». La saltadora de pértiga rusa, de 27 años fue proclamada ayer Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2009 por un jurado presidido por Juan Antonio Samaranch.

Isinbayeva, apodada la «zarina de la pértiga», había sido candidata en varias ocasiones e incluso finalista en una de las ediciones de un premio que conquistó Sergei Bubka en 1990. El ucraniano Bubka, el mejor atleta en la historia en la modalidad de salto con pértiga, con 35 plusmarcas mundiales. La misma definición de Isinbayeva que hizo ayer el jurado. Del «zar de la pértiga» a la «zarina de la pértiga», toda una historia de éxitos, de medallas y de récords mundiales. En el acta, el jurado destacó el «encomiable» espíritu de superación de «Lena», ya que pocos días después de fracasar en los Mundiales de Berlín, elevó el listón en Zúrich el 27 de agosto a 5,06 metros, su nuevo récord mundial. En las declaraciones posteriores a su éxito, Isinbeya mostró el gen competitivo que la caracteriza: «La derrota de Berlín me produjo hambre de récords». Con el de Zúrich, la pertiguista rusa colecciona 27 registros mundiales, uno de ellos (4,95 metros) conseguido en Madrid en agosto de 2005, el mismo año en que rompió la barrera de los cinco metros. Sus críticos dicen que modula los registros mundiales centímetro a centímetro porque cada vez que bate el récord ingresa un buen pellizco. Seguramente es verdad, pero también lo es que para hacer tal cálculo hay que ser un prodigio en una disciplina tan exigente.

El 23 de octubre el Teatro Campoamor de Oviedo será el escenario de otro de sus logros. Ese día, la «zarina» recibirá el galardón de manos del Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.