Diario de León

FÚTBOL. COPA DEL REY

...Y Jito cogió su fusil (4-0)

El delantero catalán firma su primer hat-trick con una Cultural que por momentos borda el fútbol y resulta determinante en el pase a la siguiente ronda copera y en la goleada sobre el Estepona

El delantero de origen catalán Jito dejó constancia de su peligrosidad y olfato goleador siendo dete

El delantero de origen catalán Jito dejó constancia de su peligrosidad y olfato goleador siendo dete

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roberto arias | león
León

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La Cultural dio toda una lección de fútbol de toque ante un Estepona que se vio completamente superado por el juego del conjunto leonés, y que tuvo en Jito el estilete necesario para plasmar en el marcador su superioridad y sacar partido a las numerosas ocasiones de gol creadas a lo largo de los noventa minutos.

Aunque el fútbol no entiende de justicia, ayer el marcador final sí lo hico y reflejó con nitided la diferencia de propuesta de juego entre uno y otro equipo y la ambición. Un centro del campo perfectamente hilvanado en ataque por Abel Segovia, dos jugadores de banda espléndidos (Ferrán y Yahvé), un Chema excepcional y un Jito en estado de gracia junto a la brega, tesón y trabajo del resto de los jugadores leoneses fueron demasiado para un Estepona timorato, que llegó al Reino de León precedido de su victoria sobre el Real Jaén a domicilio en la primera eliminatoria copera y de una derrota por la mínima ante el Granada en los Cármenes.

Los jugadores culturalistas desarrollaron con claridad la partitura que quiere dirigir Yosu Uribe. Toque, toque y toque, paredes en banda, cambios de orientación y balones al espacio libre fue el argumento exhibido por una Cultural que va a más en cada partido que disputa.

Es cierto que el Pontevedra fue más equipo en el Reino de León que el Estepona, y que además quiso tener más el balón que el equipo andaluz, pero a pesar de estas diferencias al conjunto leonés no se le puede poner ni un pero en la tarde-noche de ayer.

El minuto 22 fue el preludio de lo que iba a suceder sobre el césped del estadio leonés, pero el árbitro (que penoso su partido) anuló el tanto materializado por Tejedor a instancias de un asistente, que pareció más un enemigo que un compañero. Dos minutos después Chema remata alto el saque de un libre directo por medio de Yahvé. A pesar de que el gol no llegaba la Cultural no cejaba en su empeño.

Al filo del descanso, se cumplía el minuto 41, llegaría el 1-0. Chema envía un balón al espacio libre, para que éste llegue a los pies de Jito, que tras controlar recorta a su marcador y remata a placer al fondo de las mallas.

Con este resultado se llegó al término de la primera mitad.

En la reanudación todo siguió igual. En el minuto 54 Gorka García envía un duro remate a la escuadra derecha que desvía René a una mano en una gran intervención, llegando el balón a Ferrán, pero éste remata alto. Era el preludio del segundo gol culturalista, porque cinco minutos después Yahvé bota un saque de esquina desde la banda derecha del equipo leonés y bate directamente al meta René, marcando el clásico gol olímpico. Era el 2-0.

Con el marcador claramente en contra, el técnico visitante decide arriesgar buscando un gol que meta a su equipo en el partido y sustituye al defensa Alberto, dejando su línea de retaguardia en tres jugadores, por el atacante Durán.

Esta decisión deja más espacios libre, circunstancia que aprovechan los de Yosu Uribe para seguir cercando la portería andaluza.

En el minuto 71 una gran jugada personal de Yahvé y un mejor pase es rematado de cabeza espléndidamente por Jito estableciendo el 3-0.

Para que no faltara de nada, seis minutos más tarde, Jito controla en el borde del área, de penalti andaluza y supera de nuevo al cancerbero visitante con un soberbio remate por la escuadra izquierda de su portería. Era el 4-0 que a la postre sería definitivo.

Los últimos minutos son los clásicos entre dos equipos que se toman un respiro y que tácitamente firman un pacto de no agresión, dada la claridad del marcador, que hacía que la eliminatoria estaba más que sentenciada. Hasta tal punto era claro que el inepto García Bestilleiro decidió no conceder ningún minuto añadido a pesar de los seis cambios realizados.

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