Diario de León

Balonmano. fase previa de la liga de campeones

¡Objetivo cumplido, Ademar! (31-21)

El equipo leonés dejó lo mejor para el final. No podía fallar tras la victoria de los suizos y no lo hizo. Con un juego muy ordenado desarboló al Lemgo y selló su pase a la Liga de Campeones

Doder  refleja en su gesto toda la alegría del equipo leonés.

Doder refleja en su gesto toda la alegría del equipo leonés.

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Georgino fernández | león
León

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La mejor versión del Reale Ademar está de vuelta. Los leoneses estaban obligados a destapar el tarro de las mejores esencias y lo hicieron con generosidad. Tras el frustrante empate del sábado ante el Kadetten y después de la victoria de ayer de los helvéticos ante el Celje no cabía margen de error. No sólo había que ganar, sino que era preciso hacerlo por más de cinco para evitar que la renta suiza ante el Celje (27-31) los dejara compuestos y sin novia.

Había que tumbar sí o sí al Lemgo y la escuadra ademarista se afanó en ello desde el principio. El Reale Ademar no salió a jugar alocado pese a saber,que debería ganar por más de cuatro goles de diferencia. Y en el minuto diez ya los tenía: 7-3 reflejaba el marcador con tres latigazos de Buntic. Bien es cierto que los germanos salieron a pista con buena parte de los suplentes pero no estaban de visita en León.

Las cosas pintaban bien. Y el paso de los minutos sólo hacía que corroborarlo.

Y en el quince, los pupilos de Jordi Ribera ya doblaban al Lemgo por un contundente: 10-5.

La férrea defensa leonesa bloqueaba todas las líneas de pase a los alemanes y taponaba los huecos en el tiro. A los germanos se les oscurecía el cielo por momentos. Y si no, allí estaba Mirko Alilovic. El 13-7 del minuto 22 invitaba al mayor optimismo. Y Buntic seguía cosiendo sin piedad a Larsson: seis goles llevaba ya en su zurrón el cañonero croata. Estaba imparable y con el brazo caliente.

Un arreón de los alemanes que endosan a los leoneses un parcial de dos a cero lleva a Ribera a hacer cambios. Vega deja la dirección a Doder y se produce también un relevo en los extremos. Hay que dar descanso a todos y no dar pie a la sorpresa.

El encuentro entra en una fase de baja intensidad. El ataque del Reale Ademar se espesa y su cuenta se para en los catorce tantos hasta que lo desatasca Buntic. ¿Quien si no? El técnico germano lo ve claro y pone defensa individual sobre el croata. Pero todo dará igual.

Con todo, el equipo leonés se va al descanso con una renta de seis tantos de lo más esperanzadora: 16-10. Más que suficiente para sellar el billete a la fase final de la Liga de Campeones, el gran objetivo de los de Ribera en este inicio de temporada.

El segundo tiempo se manejó con las mismas claves que el primero en sus compases iniciales: orden en ataque, seguridad en defensa y prohibido cometer errores tontos. Esos pequeños errores que el sábado costaron tan caros ante el Kadetten suizo.

Súper Alilovic (nueve paradones de esos que parecen goles cantados) seguía con el candado puesto y en ataque los cañoneros continuaban viendo portería con facilidad. En el minuto diez máxima diferencia: 23-14. El asunto está encarrilado de lujo.

El Ademar sigue con sus ataques pausados y ordenados y la renta se estabiliza entre los siete y los ocho tantos. El choque, no obstante, se enfría un tanto por la cómoda ventaja ademarista. Por fortuna el Lemgo sigue sin demostrar nada. No lo hizo el primer día y tampoco lo hizo ayer.

A falta de nueve minutos el Reale Ademar mantiene el control del partido con un claro 26-18. Pasa el tiempo y la cosa está clara: salvo hecatombe los leoneses se han ganado ya una plaza entre los mejores de Europa. Partido tácticamente perfecto de un Ademar que sabía lo que se jugaba y no falló. Enhorabuena. El equipo se clasifica por segunda vez para jugar con la élite europea esta campaña.

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