ciclismo. vuelta a españa
Veloso gana, Valverde se pone de líder
El ciclista saca partido de sus ocho segundos de bonificación
Gustavo César Veloso, el ganador de la etapa de la Vuelta a España de ayer, ha estado desheredado dos veces en el mundo del ciclismo. La primera, cuando para pasar a profesionales tuvo que emigrar al Boavista portugués. Los corredores gallegos tendrían que inventar Portugal si no lo tuviesen al lado puesto que ha sido la tabla de salvación a la que se han agarrado en muchas ocasiones para no naufragar.
La segunda, cuando corría en el equipo Kaiku y se quedó sin correr la Vuelta a España por causas que nada tenían que ver con los corredores. Admirador de Miguel Induráin, «yo me críe viéndole ganar», comenzó tarde a andar en bicicleta, a los 18 años. De Portugal se lo trajo Óscar Guerrero al Kaiku. Más tarde pasó al Relax, luego al Xacobeo.
Ayer, Veloso ganó pero Alejandro Valverde está en su estado natural, mandando en la Vuelta, una carrera que conoce muy bien, que le ha sido esquiva.
Tiene un equipazo detrás, que en cuanto vio que Samuel Sánchez no estaba a tope, aceleró. El ciclismo consiste, entre otras muchas cosas, en aprovecharse de las debilidades del contrario. A los que no consiguió soltar es a Evans, Basso y Gesink. También aguanta el americano Thomas Danielsson. De Xorret de Catí, la Vuelta a España sale bastante entera, llena de interrogantes.
Valverde tensó, buscó las bonificaciones, el maillot oro, que puede durarle bastante tiempo. Caisse d-™ Epargne y Liquigas son las únicas formaciones a las que se ha visto meterse de lleno en la batalla de la general. «Tengo muchas ganas de ver a mis hijos gemelos (que se llaman Alejandro e Iván). A ellos les dedico la victoria» dijo el líder.
También se la podría haber dedicado a Ettore Torri, el fiscal del Comité Olímpico Italiano que le ha dejado sin correr el Tour, o a la UCI, que le ha hecho más controles antidopaje que días de carrera lleva encima este año.
Va a ganar la Vuelta a España. Se la merece, pero no será fácil. Está corriendo con inteligencia, moviéndose allí donde puede obtener algún beneficio, sin desgastarse más de lo necesario. Este martes llega a Murcia. La etapa pasará el puerto de La Cresta del Gallo, que está a 11 kilómetros de la meta. Un buen lugar para una emboscada en terreno amigo. Samuel Sánchez, tocado, no pasó un buen día, no podía respirar. Es la hora de Valverde. O eso parece.