Carolina se mete en la gran final

Carolina Rodríguez cumplió ayer su primer objetivo en el Mundial de Mie, clasificarse para la final individual. La leonesa, que tras una primera jornada en la que había concluido en la posición 37, ha ido progresando a lo largo de sus ejercicios convirtiendo en realidad su deseo. Y eso que a la cita japonesa había acudido con dudas debido a unos problemas físicos. Pero en el momento necesario la discípula de Ruth Fernández y líder de la delegación española ha sacado todo su talento a relucir para ascender el miércoles al puesto 33 y ayer subir tres escalones más que le otorgaron el pasaporte para la final de hoy en la que la rusa y campeona olímpica Eugenia Kanaeva parte como la principal candidata a colgarse el oro.

Carolina era consciente que por aquello de la normativa meterse entre las 24 primeras era factible (cada país sólo puede estar representado por dos gimnastas). Y con su trigésimo puesto lograba el premio a una gran temporada deportivamente hablando. Eso sí, su billete para la puja por las medallas no estuvo exento de emoción e incertidumbre ya que la leonesa era la última en alcanzar dicho premio. Con 73,250 puntos la gimnasta leonesa demostraba que tanto con la pelota como con la cinta es un valor seguro (en la primera disciplina conseguía su mejor puntuación con 24,900 mientras que en cinta sus 24,150 le posibilitaban una remontada que hoy debe apuntalar en una final en la que acabar entre las 20 mejores es posible para la leonesa).

Respecto al resto de competidoras, el Mundial de Mie ha constatado el dominio que los países del Este ejercen. Así, las tres primeras en la clasificación fueron rusas (junto a Kanaeva ocuparon el segundo y el tercer peldaño de la clasificación Daria Kondakova y Kapranova). La ucraniana Bessonova y la bielorrusa Staniouta ocuparon los lugares siguientes. La primera que rompió este dominio fue la israelí Irina Risenson mientras que de los países vecinos a España la mejor fue la francesa Ledoux en el puesto 21 de la tabla.