Botín llega a Ferrari, ¿con Fernando Alonso?

«Todos los grandes pilotos de la Fórmula 1 han acabado algún día en Ferrari». La frase fue pronunciada por Luca de Montezemolo, el jefe de Ferrari, en presencia de su igual en el Santander, Emilio Botín, y delante de la prensa española al final de un acto multitudinario en el circuito de Monza en el que sobrevoló, como la bruma, Fernando Alonso.

Pasión roja en un acuerdo por cinco años y 200 millones. Emilio Botín regaló una chaqueta encarnada a Montezemolo, quien, gustoso, se desprendió de su americana azul y regaló los oídos a su nuevo socio. «Es un día importante para Ferrari porque es un acuerdo importante que, además, tiene su importancia estética, el rojo», dijo Montezemolo.

El Santander ha cambiado de barco. Hace tres años ingresó en la Fórmula 1 como patrocinador y se subió al McLaren que Alonso pilotó en el 2007. La aventura no cuajó porque el asturiano y la dirección del equipo se enzarzaron desde el principio. El Santander -”que había firmado tres temporadas, como el piloto-” se tuvo que quedar dos cursos más por exigencias del guión. Como se escuchaba ayer en la sala repleta de invitados, «un banco no puede ser el que rompa los contratos».

Consumado el divorcio entre Alonso y McLaren, el Santander respetó compromiso y rentabilizó el filón Hamilton -”campeón del mundo el año pasado-” a través de su banco en Inglaterra, el Abbey.

Hasta tal punto que una efigie con la figura del piloto británico a tamaño real ha ocupado las puertas de cada oficina del Abbey. Según fuentes de la entidad, la repercusión ha resultado excelente: cuatro euros de retorno por cada euro de inversión.

Pero el Santander nunca perdió de vista al piloto ovetense.

Apenas anunció su regreso a Renault, la entidad que preside Emilio Botín se apresuró a patrocinar al bicampeón del mundo. Lo hizo a través de Universia, un portal de universidades españolas y latinoamericanas. No podía figurar como banco toda vez el primer sponsor de Renault es, desde hace tres temporadas, el banco holandés ING.

Ayer se hizo oficial el matrimonio entre Ferrari y el Santander. Y, como es inevitable, con Alonso al fondo.

«Yo nombro directores del Santander, no pilotos de Ferrari», dijo Botín delante de Montezemolo y la prensa internacional. «¿Alonso, a Ferrari? Es bueno ser optimista», aseguró ante la española. Y en la misma línea flotó Montezemolo, que jugó firme ante los medios internacionales -”«nuestros pilotos son Kimi (Raikkonen) y Felipe (Massa)»-”, y ambiguo ante los hispanos: «Todos los grandes pilotos van algún día a Ferrari. Algún día puede ser realidad. Veremos cuando».

En la F-1, todos dan por hecho que no se tardará mucho. El primero en hacerlo público fue Lewis Hamilton, ex compañero del piloto español en McLaren.

«Será un placer competir con Alonso por el título mundial y, para él, ir a Ferrari sería una gran experiencia, he sido su compañero y sé lo bueno que es. El año próximo, nosotros (Mclaren-Mercedes) y Ferrari volveremos a luchar por el campeonato, será bonito disputarnos los próximos diez mundiales», dijo el actual campeón del mundo.