BALONMANO. LIGA ASOBAL
El Ademar empieza a medio gas
Los de Jordi Ribera empatan en Alcobendas un partido que en el descanso perdían por cinco goles aunque, con una mayor claridad de ideas, pudieron equilibrar en la segunda parte
El Reale Ademar volvió a dejarse puntos en su visita a Alcobendas. Como ya ocurriera el año pasado, el conjunto de Jordi Ribera no se encontró cómodo en la cancha de Alcobendas y se dejó un punto importantísimo que no se sabe la importancia que pueda llegar a tener, habida cuenta que es la primera jornada. A pesar de la excelente actuación de Stranovsky, con 10 tantos, la velocidad y determinación de los de Guijosa fueron un impedimento ante el que el Ademar se vio impotente, llegando a perder por 16-11 al descanso. En la segunda parte, la calidad leonesa apareció en pista y, gracias al coraje y a una defensa más férrea, el Ademar logró empatar dejando una impresión tibia, mientras que el Alcobendas celebró un punto vital para la permanencia. García Vega abrió la lata para los leoneses con un gol que fue muy celebrado por el banquillo visitante. El juego alcobendense se veía intensamente defendido por una defensa 6+0 leonesa que forzaba a los locales a disparar desde la línea de 9 metros. Se veía claro que Ribera no quería que ocurriese como el año pasado cuando el BM. Alcobendas daba una de las grandes sorpresas y les ganaba por 24-23. La primera exclusión de Prce dio alas al equipo de Guijosa, que con un juego alegre desarbolaba a los leoneses y se ponían por delante en el marcador tras transformar Maki un lanzamiento desde los 7 metros.
El técnico visitante reforzó el ataque con la envergadura de los croatas Bicanic y Buntic, que buscaban huecos en la férrea defensa roja. Guijosa se mostraba frenético en la banda y rotaba el banquillo una y otra vez para lograr frescura en pista y mantener un ritmo alto de juego. Un tiro al palo de Djukic junto con un golazo de Bicanic lograba un parcial de 0-3 que colocaba un 4-6 en el marcador (min. 9) que rápidamente fue contestado por los contraataques por banda izquierda de Maki que lograba otro parcial de 4-0 y ponía mandando al Alcobendas por 8-6 (min. 13).
Ribera pedía calma y tranquilidad a sus jugadores en el parquet. Mientras Prce anotaba, la defensa y Álamo en portería impedían que la renta aumentase para los locales. A pesar de reforzar la defensa con el ruso Chernov y del incansable Prce, la velocidad del extremo Maki y de Miyazaki hizo que la renta a favor del Alcobendas fuese la máxima hasta el momento (11-7, min. 18) obligando aRibera a pedir un tiempo muerto para aclarar ideas y romper el ritmo local. Tras recibir otro gol, cambio en la portería leonesa y Mirko Alilovic en liza. Optó Ribera por dar salida a jugadores mas bajos como Doder ó Castresana pero la receta no funcionaba, siendo Trives el que volvía a despegar al Alcobendas. Conjurados en mejorar la imagen de la primera parte, el Ademar salió mucho más duro en defensa, pero al BM. Alcobendas les salía todo y logró anotar otro par de goles que dejaba un preocupante 18-11 (min. 32). Carou buscaba su hueco entre los pivotes y gracias a dos goles consecutivos de Stranovsky desde los siete metros, se rompían varios minutos de sequía goleadora.
Alilovic no quería ser menos y comenzó a parar todo lo que le llegaba que, junto a un ataque algo mas fluido, la brecha a favor local comenzaba a reducirse (19-14, min. 37). Buntic soltaba el brazo y eso lo acusaba el Alcobendas. Intercambio de goles en un partido de correcalles, de ataques eléctricos, velocidad máxima e igualadísimo. Los goles de Maki eran contestados por Stranovsky, las paradas de Mijatovic eran superadas por las de Alilovic y para evitar sustos, Guijosa pidió tiempo muerto con el 21- 17 del electrónico (min. 41). Tremps se estrellaba una y otra vez con Alilovic mientras que Maki le enseñaba la manera por el extremo izquierdo de marcar. Doder comenzó a mover el Reale Ademar de un lado a otro, buscando el hueco necesario para que Buntic o Vega tuviesen opciones de lanzamiento. Buntic se lamentaba de la ocasión marrada y que podría haber recortado a tres tantos la desventaja leonesa. La precipitación y el comprensible miedo a ganar hacían que los errores castigasen al BM. Alcobendas. Volvió la defensa individual sobre el Alcobendas y gracias a la velocidad de Stranovsky, el Ademar lograba empatar.