En busca de un triunfo para crecer

Cuando Luis Aragonés era el seleccionador español de fútbol popularizó una frase que luego ha sido repetida hasta la saciedad. «Lo que importa es ganar, ganar y ganar. Y luego, volver a ganar». A esta máxima se agarrará hoy el Reale Ademar para comenzar su particular semana de resurrección en la cancha del Granollers, un equipo en horas bajasd que ha perdido por paliza los dos primeros partidos de la competición liguera y ocupa los últimos puestos de la tabla.

Y el equipo ademarista no es que esté mucho mejor porque sólo suma un punto tras un frustrante empate ante el Alcobendas. Por eso, en el ánimo de toda la expedición leonesa -”que ya viajó ayer a tierras catalanas-” sólo se piensa en ganar para estrenar el casillero de victorias y volver a casa con los dos puntos. «Eso es lo que deseamos todos -”dijo ayer el técnico Jordi Ribera-” han pasado ya dos jornadas de liga y a todos nos hubiese gustado tener otros resultados pero ahora hay que afronotar el patido ante el Granollers y lo hacemos como un partido muy importante. Necesitamos los dos puntos para mejorar la cara».

El Granollers ha tenido un pésimo arranque con dos derrotas contundentes que sin duda habrán llenado de dudas a la plantilla. Por eso, no se sabe muy bien si este es un buen momento para visitarle porque saldrán a jugar con el cuchillo entre los dientes.

«Jugar fuera siempre es complicado en cualquier sitio. Lo importante es hacer un buen juugo, porque Granollers es ununa pista difícil y su equipo sabe jugar al balonmano. El año pasado tuvo una racha muy positiva al principio y luego bajó de nivel, aunque este año parece lo contrario», dijo Ribera.

En todo caso, la pérdida de Cañellas, su jugador franquicia que ha fichado por el Ciudad Real, sin duda es un handicap importante en el juego de los catalanes.

El técnico leonés todavía no se ha quitado del todo el amargor de la última derrota en Ciudad Real. «Desaprovechamos una buena oportunidad. Les jugamos de tú a tú casi todo el partido y en los últimos cinco minutos se nos fue el partido. Todos seguimos indignados con nosotros mismos porque realmente tenemos la sensación de que se podía haber ganado y en cinco minutos tiramos un poco todo al traste. Es una sensación de frustración».

Y hablando de los puntos débiles de su equipo, apunta: «Al equipo le falta un poco más de consistencia en el juego colectivo para no perder el orden. A veces hacemos dos acciones malas y nos descomponoenes cuanndo realmente eso no quiere decir nada. Tenemos que estar más tranquilos para volver a encauzar el juego. A veces queremos solventar los errores demasiado rápidamente y cometemos más errores».

Así, una de las claves del choque de hoy será la de minimizar los errores no forzados. «Hemos hablado mucho de eso. Cuando perdemos sentido colectivo eso nos pierde porque no sabemos lo que hace el compañero. Necesitamos recuperar ese espíritu colectivo para que todo el mun do sepa lo que tiene hacer y hacerlo con critero, evitando errores por no seguir el orden fijado».