«Nuestro deber es buscar soluciones y en eso trabajamos»

Está pasando un momento difícil pero cuando se habla con él en las distancias cortas se nota que es buen encajador. Asume el castigo pero no descompone la guardia. El técnico del Reale Ademar, Jordi Ribera, es consciente de que el equipo no está respondiendo como se esperaba de él pero confía en salir pronto del bache. Prefiere pensar en clave positiva.

-El equipo no acaba de encontrar una línea de regularidad en su juego...

—Sí, la verdad es que pese a cumplir el primer objetivo de la temporada con la clasificación para la Champions, en la liga nos hemos mostrado bastante irregulares. A veces somos capaces de generar muy buen juego y luego desaparecemos. Nos volvió a pasar en Antequera que jugamos muy bien durante 35 minutos y luego dejamos que nos remontaran cinco goles en diez minutos.

—Esos bajones, ¿son preocupantes, son pasajeros o están provocando más nerviosismo del debido?

—Todo lo que está pasaando está generando inseguridad en el grupo y pienso que eso se nota. Hay cosas que no se tienen que fallar, pero cuando estás con miedo al error y al fallo todo es más complicado. Y esa situación nos está generando estos problemas. Al equipo le hace falta jugar un partido bien los sesenta minutos para ver las cosas de otra forma. No es un problema de que la gente no quiera jugar bien o no salga a hacerlo bien, es que esta situación de presión nos genera inseguridad.

—Pero a alguien que esté en el Ademar eso le entra en el sueldo, ¿no?

—(Reflexiona un par de segundos) Sí, pero no hay que olvidar esto es un juego y que el balón entre o no entre o que el rival no nos corte el balón no depende del caché. Es un factor diferente. Creo que todos estamos preparados para asumir la presión pero si hay desconfianza eso acaba afectando a los jugadores. Son humanos.

—¿Cómo encara el futuro más inmediato?

—Estamos pasando un momento malo. Es ley de vida es algo que le puede pasar a todos los equipos y ahora nos ha tocado a nosotros. Sabemos que no estamos bien pero saldremos de esta situación. Tal vez dentro de uno o dos meses las cosas sean muy diferentes. Lo que no sé es si ahora seguir presionando al equipo servirá para salir de esta situación o para hacer más complicada la reacción.

—¿A quién o a qué se refiere?

—(Se lo piensa y da la sensación de que no quiere entrar al trapo) Los primeros presionados somos nosotros mismos porque a nadie le gusta lo que está pasando. Después del partido del sábado pasado con el Cuenca la gente estaba tocada a pesar de que se había ganado. La gente no lo está pasando bien, eso seguro. Pero nuestra obligación es buscar soluciones y en eso estamos.

—El grupo, ¿cómo está respondiendo en estos momentos?

—Los jugadores están fastidiados, pero saben que es el grupo es el que tiene que sacar esto adelante. El grupo tiene claro cual es el objetivo y se está trabajando para lograrlo cuanto antes.

—¿Las adversidades les están haciendo más fuertes?

—Eso siempre fortalece. Dentro de una semana esperamos estar mejor.

—Se le ha reprochado al equipo falta de actitud en algunas ocasiones...

—Pienso que se utiliza mucho la palabra actitud y no necesariamente es un tema de actitud sino de saber resolver una situación para que todo salga bien cuando tiras a portería o cuando haces un pase. Actitud es si esa persona quiere o no quiere hacer algo y todos los jugadores quieren hacerlo bien. Cuando tiras a portería y el balón no entra no es un problema de actitud. Un lanzamiento entra o no entra pero no es un problema de actitud porque el jugador siempre quiere que acabe dentero. Habría que hablar en todo caso de conocimientos o de si un jugador utiliza bien los recursos que hemos entrenado.

—En el último partido encasa, les han silbado. ¿Qué le pareció?

—(Reflexiona de nuevo antes de responder) La afición que haga lo que crea conveniente pero está claro que eso no ayuda. Aquí estamos para hacer felices a la gente no para enfadarlos.

—Los nuevos fichajes, Doder y Prce, aún no han encontrado del todo su sitio en el equipo.

—Están aún en periodo de adaptación, intentando integrar su juego al del grupo. Irán a más.