Diario de León

BALONCESTO. LIGA LEB-ORO

El juego interior manda

Hughes y Humphrey firmaron casi la mitad de los puntos de Baloncesto León en su primer compromiso liguero

De Grado se mostró molesto por las últimas acciones del equipo, que propiciaron la derrota.

De Grado se mostró molesto por las últimas acciones del equipo, que propiciaron la derrota.

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Rick Hughes y Ryan Humphrey son dos piezas indiscutibles en Baloncesto León. Eso nadie lo duda y menos después de su actuación el pasado viernes en el primer envite liguero de los de Javier de Grado que a pesar de saldarse con derrote en la pista del Orense vio a dos jugadores capaces de echarse encima al equipo. El mejor, sin duda alguna fue Rick que con 21 puntos lució como uno de los mejores artilleros de esta entrega inicial de la LEB-Oro. El pívot, a pesar de la edad y de ciertas dudas que su estado físico ofrecía tras una lesión sufrida en su periplo francés, demostró que su calidad es tal que puede hacer frente a cualquier oponente. Hughes fue el mejor de Baloncesto León tanto en la faceta anotadora como también en los rebotes en los que tuvo como gran aliado a su compatriota Humphrey. Ryan, a pesar de estar todavía en fase de adaptación, también cuajó una notable actuación manteniendo a raya a los postes gallegos. Quizás su pero estuvo en los dos lanzamientos desde la línea de personal errados en los últimos segundos y que con el fallo desde el mismo punto también de Bernabé y la pérdida de un balón propiciaron que la ventaja que había adquirido León a falta de menos de un minuto (78-83) se quedara en nada.

Respecto al resto de integrantes de la plantilla el alero Ross Schraeder también cumplió su cometido logrando 16 puntos. La fama de buen tirador quedó demostrada. Urtasun, que acudía al partido mermado por sus problemas físicos refrendó que su casta es tal que a pesar de las adversidades sale adelante. Bernabé y Fontet también cumplieron aunque al final varios fallos incomprensibles echaron por tierra todo el trabajo.

Así lo remarcaba De Grado después del partido para el que perder de esa forma es algo que no debe volver a ocurrir. Y es que cuando parecía que los leoneses iban a llevarse el triunfo del pabellón orensano cuatro lanzamientos desde la línea de personal errados y una pérdida de balón hicieron que el marcador cambiase de dueño y con ello la alegría de un factible triunfo se convirtiera en la decepción por la derrota.

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