FÚTBOL. TERCERA DIVISIÓN
El Astorga quiere, pero no puede
Los maragatos merecieron mejor suerte frente a un Ávila que a los 23 minutos ya ganaba por 0-2 y que se vio favorecido por la calamitosa actuación arbitral
Borja, golpeando el balón, logró ayer el único tanto del Atlético Astorga frente al Real Ávila.
El Atlético Astorga se dejó en casa tres puntos en un encuentro que al menos mereció un empate frente a un Ávila con una excelente pegada (en sus tres primeras aproximaciones al área de Javi lograba dos goles) y a la nefasta actuación arbitral que escamoteó un claro penalti por manos claras de Piru en el área visitante a seis minutos para el descanso.
Fue precisamente el plantel maragato el que salió más decidido al partido y eso le permitió gozar de una clara ocasión tras una jugada de Jairo culminada con un chut de Leandro dentro del área que el cancerbero David acertó a despejar. La respuesta del Ávila tardó cuatro minutos y esta fue más eficaz. Castor, el mejor jugador de los visitantes, lograba sacar petróleo de un lanzamiento de falta desde la media luna del área astorgana. El rebote del balón en un defensa envenenó el balón de tal forma que Javi no acertó a atajar y ahí, oportuno, el delantero abulense enviaba el esférico al fondo de las mallas. Este tanto hizo mella en el ánimo local. Los de Miñambres intentaron pronto reconducir la situación aunque lo hicieron con más corazón que cabeza, desdibujándose poco a poco hasta que a los 23 minutos Castor, da media vuelta, volvía a hacer de las suyas. Con el 0-2 el Ávila pasó a dominar el pulso. No en la parcela central pero sí en cuanto a claridad de ideas. Seguro atrás, el once visitante aún dispuso de una tercera ocasión para aniquilar al Astorga. A seis minutos para el descanso el panorama pudo cambiar radicalmente si el árbitro hubiera señalado penalti por unas claras manos de Piru en el área castellana. Sólo él no las vio para desesperación de la parroquia local. Con 0-2 el panorama que se le presentaba a los de Miñambres era bastante negativo. Pero los maragatos no se desanimaron en los segundos 45 minutos poniendo toda la carne en el asador. El técnico introdujo varios cambios pero el Ávila, bien plantado, lograba dormir el partido hasta límites insospechados.
Con Castor desaparecido el Astorga estaba más seguro atrás y en los últimos 20 minutos intensificó su presión. Fruto de ello llegaba el 1-2 a dos minutos para el final y tras cuatro ocasiones claras para haber alcanzado un resultado bastante mejor, pero la suerte y el árbitro jugaron ayer en su contra.