Adiós al fortín leonés

El Obras y Estructuras Ram cedió sus primeros puntos en su feudo ante el Talavera, uno de los aspirantes al ascenso, pero lo hizo con la cabeza muy alta, y es que los leoneses plantaron cara en todo momento a su rival y le pusieron en muchas más dificultades de las previstas a lo largo de los cuarenta minutos.

El encuentro tuvo dos partes completamente diferenciadas. La primera, en la que mandó sobre el parquet del pabellón leonés y en el luminoso el equipo talaverano; y la segunda, en la que los locales se quitaron todo complejo de encima, contragolpearon con claridad, maniataron a los atacantes visitantes y sólo les faltó una pizca de fortuna para haber logrado al menos el empate.

Los abrazos finales de los jugadores toledanos corraboraron el buen papel realizado por los leoneses y el esfuerzo que tuvieron que realizar para mantener los tres puntos.

Y es que además, la suerte les fue esquiva a los componentes del Ram, porque cada vez que acortaban distancias en el luminoso y volvían a tener opciones de igualar la contienda, los visitantes golpeaban casi de inmediato en su portería, volviendo a poner los dos goles de ventaja en el luminoso.

En los minutos finales, y con Jonathan Cámara como jugador-portero, los integrantes del equipo obrero tardaron demasiado en materializar su tercer gol, lo que permitió al Talavera hacer buenos los pronósticos y llevarse los primeros tres puntos de la temporada del Palacio de Deportes de León.

Aún así, los últimos diez segundo resultaron intensos, porque Fabricio en un remate desde la esquina a punto estuvo de sorprender al cancerbero talaverano a un segundo del final.