fútbol. primera división
Ronaldo abre el debate médico
La lesión del portugués cuestiona el sistema externalizado del Real Madrid
El supuesto error en el diagnóstico de la lesión de tobillo de Cristiano Ronaldo, su mala evolución después de más de un mes y el viaje del futbolista a Holanda para ser examinado por un doctor de su plena confianza que determine el tratamiento a seguir, y si es necesario un nuevo paso por el quirófano, ponen en tela de juicio el sistema médico externalizado del Real Madrid. Un debate que ya se generó el curso pasado.
«Un equipo profesional necesita médicos, fisioterapeutas y masajistas muy próximos, especializados y de plena confianza de los jugadores, no una empresa externa», afirma una fuente del club tras constar la diferencia palpable entre el primer parte médico emitido sobre la lesión del delantero y el segundo informe, ofrecido el miércoles. Un cambio referido al hueso dañado, ya que primero se diagnóstico una artritis traumática con edema óseo en el astrágalo y un esguince del ligamento lateral interno del tobillo derecho y, después de la última resonancia magnética practicada en Madrid, se habló de la persistencia del edema óseo, pero en el maléolo tibial interno.
Sanitas se remite al club, el cliente al que transmite toda la información de que dispone para que decida en consecuencia, y culpa del problema a Portugal por hacerle reaparecer antes de tiempo.
«Está claro que jugar con su selección perjudicó su recuperación», asegura el doctor Carlos Díez, director de los servicios médicos Sanitas-Real Madrid. El caso es que la entrada del marsellés Diawara se produjo hace ya 38 días, que el 10 de octubre Ronaldo se resintió en un duelo con los lusos ante Hungría, de clasificación para el Mundial, que no mejora, que no puede reincorporarse a la dinámica de grupo, y que han saltado las alarmas.
Lo que más preocupa a los facultativos es que la lesión que sufre está muy próxima a la cicatriz que le quedó como secuela tras pasar por el quirófano en el verano de 2008. Se pronosticaron entonces hasta cuatro meses de baja pero el luso reapareció tras poco más de dos. Le intervino el doctor Van Dijk, una eminencia en la cirugía y lesiones crónicas del tobillo.