Pitada y bronca final para los dos colegiados austríacos
Reisinger y Kaschutz. Los austríacos fueron elementos perturbadores y eso siempre quiere decir que lo hicieron mal. En ocasiones muy mal. Y eso que durante los primeros treinta minutos su arbitraje no se notó lo que siempre es bueno. Pero en la segunda mitad, ¡ay!.