atlestismo. retos del plusmarquista
Manuel Martínez no se resigna a no estar en el Europeo de Barcelona
El plusmarquista nacional de lanzamiento de peso, Manuel Martínez, transcurrida más de una semana desde que fuera intervenido quirúrgicamente por el doctor Pedro Guillén de la «rotura total del tendón de aquiles derecho», se fija como «reto» intentar «apurar todas las opciones que haya, siempre dentro de la lógica competitiva», para estar presente en el Europeo de Barcelona.
Los plazos, según reconoció el veterano lanzador leonés «están muy justos, pero no hay que renunciar de antemano a luchar por este objetivo», afirmó a Efe, una vez que ya ha iniciado la recuperación en Madrid a las órdenes de los servicios médicos de la Federación Española de atletismo, bajo la supervisión del fisioterapeuta Angel Basas, con el que ya se recuperó de una grave lesión de rodilla.
Durante los primeros días tiene protegida la zona con una férula para mantener inmovilizada la articulación, por lo que durante tres meses estima que tendrá problemas para, siquiera, caminar con normalidad, aunque se muestre esperanzado porque «los dolores casi han remitido totalmente, puedo mover el pie y tengo algo de juego en la rodilla», afirmó. Las cuatro primeras semanas no podrá apoyar la pierna, posteriormente lo hará durante el siguiente mes ayudado de muletas y, a partir de los tres meses, confía en «poder caminar sin limitaciones e iniciar la última fase de puesta a punto, para poder empezar a entrenar con normalidad a los seis meses».
Polémica con su entrenador . Con todos estos plazos, Martínez aún confía en no dar por perdida esta temporada, como temía su entrenador Carlos Burón, ya que dispone de la marca mínima A (tras su registro de 20,39 de la última campaña), por lo que intentará llegar a la cita de Barcelona «siempre que esté -dice convencido- en la mejor disposición de competir con garantías de éxito, sino será mejor no intentarlo».
Sobre las polémicas declaraciones de su entrenador y responsable nacional de lanzamientos, Carlos Burón, en las que decía sentirse «ignorado como entrenador», declara que «no hay ningún tipo de problemas entre ambos y sus quejas más bien pueden ir dirigidas en otra dirección, por no haber recibido explicaciones o disculpas, pero yo le avisé convenientemente y no hay malas interpretaciones».