Dinero y prestigio en juego

El Sevilla podría ser ya hoy campeón de su grupo, en la penúltima jornada de la primera fase de la máxima competición europea. Sólo tiene que vencer al Unirea en Rumanía. Incluso un empate le valdría. Esta motivación extra es de las pocas cosas que deberá tener en cuenta el equipo andaluz. Ya clasificado para la siguiente ronda, el primer español que lo logra, los deberes están más que hechos. En octavos se comprobará hasta dónde puede llegar de verdad el conjunto hispalense.

Lo que más preocupa en la expedición sevillista no es el partido en sí, sino las bajas. Manolo Jiménez tuvo hasta nueve jugadores en la enfermería para enfrentarse al Tenerife. Ahora sólo ha podido recuperar a Drago y Sergio Sánchez. Otros importantes como Palop, Adriano y Escudé seguirán en la capital andaluza el encuentro por televisión. Un partido en el que se juegan sobre todo prestigio y dinero. En concreto, 800.000 euros, que es lo que les corresponde por victoria. Y esto, al presidente, José María del Nido, que mira por el dinero como nadie, le interesa mucho.

En Rumanía el Sevilla tendrá enfrente a un equipo que sigue asombrando en su país. Lo que sí asusta en la expedición sevillana es el frío que hará en tierras caucásicas. Los jugadores pasarán de los 24 grados de Sevilla a los 10 de Bucarest. el arbitraje, El encargado será Tom Heinning, quien se hiciera conocido mundialmente en la pasada edición de la Champions por el Chelsea-Barça de semifinales. Recibió incluso amenazas de muerte por sus malas decisiones y Drogba todavía se acuerda de él.