El desplome de los precios agrava la bancarrota del campo en España
La renta agraria registrada en el 2009 fue inferior a la de 1990 en un 17,2%
El sector agrícola y ganadero está en quiebra técnica, no cesa de menguar y de enviar trabajadores al paro. La falta de rentabilidad de las explotaciones alcanzó en el 2009 a todos los subsectores, desde el lácteo a los cereales, el vino, las frutas y hortalizas, el ovino y el porcino. La causa última hay que encontrarla en los bajos precios que pagan en origen las grandes distribuidoras de alimentos a los trabajadores del campo por el fruto de su sudor.
Los datos del Ministerio de Agricultura, Medio Rural y Marino (MARM) son demoledores y avalan las quejas de estos profesionales: la renta agraria real -”descontados costes de producción-” registró el año pasado una caída interanual del 5,6%, al sumar 11.404 millones de euros, frente a los 12.080 millones de 2008. No se trata, como puede parecer a primera vista, de un descenso puntual de ingresos fruto de la crisis. La renta agraria del 2009 es un 26,4% inferior a la media de los últimos cinco años y un 17,2% menor que la de 1990, año en el que el campo español generó 13.765,70 millones de euros en ingresos.
Los resultados son malos se miren por dónde se miren. En volumen total, la producción agrícola y ganadera cayó en el 2009 un 4% respecto de 2008; los precios de los artículos disminuyeron un 7% y el valor global de la producción retrocedió otro 10%, según denuncia la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag). Por subsectores, destacan los desplomes registrados el año pasado en los precios de las patatas (37%), frutas (17%), aceite de oliva (14%), cereales (13%), leche (18%) y carne de cerdo (4,2%).
El Instituto Nacional de Estadística (INE) también realiza un cálculo anual de la producción del sector primario, en este caso a precios de mercado y que engloba a la agricultura, ganadería y pesca. Su resultado dibuja un panorama igual de desolador: una caída del 2,4% en el volumen de producción, un descenso de precios del 4,6% y un desplome del valor global de los productos del 6,9% en comparación con los resultados 2008.