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El campo leonés salió en octubre del año pasado a las calles de León para denunciar la situación del

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León

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A la tendencia negativa en las cuentas de resultados, que ya dura dos décadas, hay que sumar la pérdida el año pasado de 36.600 empleos a tiempo completo, o lo que es lo mismo, un descenso del 3,9% en el número de trabajadores con dedicación exclusiva al campo, según datos de Coag. Los efectos de esa pérdida de negocio y de empleo afectaron también a otros sectores de forma indirecta, pues los profesionales que se mantuvieron activos tuvieron que recortar un 29,4% el consumo de fertilizantes; un 5,6% el de gasóleo y lubricantes para sus tractores, cosechadoras y recolectoras; y otro 5,6% el de piensos para el ganado.

Para entender la causa de esa ruina hay que observar la diferencia entre los precios pagados por las grandes distribuidoras de alimentos -”Carrefour, Eroski, Mercadona, El Corte Inglés, Alcampo y Lidl-” y los que luego cobran a los consumidores. Según las organizaciones agrarias, en enero del 2009 un cultivador recibía 11 céntimos por cada kilo de cebollas que después se vendían en el súper a 1,1 euros el kilo -”una diferencia del 1.000%-”.

Un 1.369% menos. Por un kilo de limones, que costaban 1,78 euros en tienda, el agricultor percibía 13 céntimos -”un 1.369% menos-”. Así con todos los productos, que en su conjunto registraban una diferencia media de precios del 403% entre la huerta y la mesa a comienzos de año. Ese desfase llegó a alcanzar el 603% en junio, y cerró 2009 en el 416%. «Lo que vendemos no vale nada, y lo que necesitamos para producir está por las nubes», así resumen los dirigentes agrarios la situación.

El secretario general de Coag, Miguel López, reclamó al Gobierno que tome «medidas eficaces, con un plan de choque que no puede demorarse». Entre las propuestas de las organizaciones agrarias están un plan a corto plazo de regulación de los mercados, el establecimiento de unos precios mínimos vinculados a los costes de producción y el control de las importaciones, para «mejorar los precios en origen» y lograr que las explotaciones sean rentables.