Bruselas enjuicia con dureza el programa de estabilidad español
Le acusa de excesivo optimismo en sus proyecciones y le insta a concretar las medidas para reducir su déficit
La vicepresidenta económica aplazó la concreción del Programa de Estabilidad 2010-2013 para reconducir el abultado déficit público, después de que la Comisión Europea le pidiera que explicara mejor las reformas a realizar. El Gobierno, garantizó Elena Salgado, aportará más datos al Ejecutivo comunitario tras escuchar a las comunidades autónomas y ayuntamientos en la reunión que mantendrá el próximo martes con el Consejo de Política Fiscal y Financiera y la Comisión Nacional de Administración Local.
La Comisión europea dio el visto bueno a la propuesta de Recomendación al Consejo sobre el Programa español de Estabilidad revisado, en la que destacan las críticas por el excesivo optimismo con el que las autoridades españolas observan el comportamiento económico de los años venideros. Unas críticas que, según subrayó la vicepresidenta segunda, la Comisión ha dirigido «a un buen número de países».
El documento, que deberá recibir el refrendo de los ministros de Finanzas de la UE, ofrece una imagen bastante templada de la situación económica española. Bruselas no pone en duda de la capacidad del país para reconducir la situación y absorber el abultado déficit presupuestario heredado de la crisis, que en el 2009 superó el 11,4% del PIB, pero recomienda concreciones adicionales en el Plan de Austeridad que el Gobierno ha comprometido, y que debe aún perfilar. Asimismo, pide buena disposición para reforzar los sacrificios destinados a la contención del gasto público, si las previsiones gubernamentales se revelan demasiado optimistas.
1397124194 Reformar las pensiones. La Comisión recomienda reformas estructurales en el mercado laboral, la apertura real a la competencia en servicios clave como la energía, la mejora en la Educación y el refuerzo de las actuaciones en I+D. Junto a todo ello, la Comisión insiste en la necesidad de reformar el mecanismo de pensiones públicas, a fin de mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el largo plazo.
Bruselas también recomienda que la consolidación fiscal se oriente a una mejora en la calidad de las finanzas públicas, «en vista de la necesidad de ajustes ulteriores de los desequilibrios macroeconómicos existentes».