Los presidentes de Iberdrola y ACS coinciden en un acto y evitan mirarse
Horas antes de que el Congreso aprobara la eliminación de los blindajes en las empresas cotizadas, quiso el destino que Florentino Pérez e Ignacio Sánchez Galán, enemigos acérrimos y declarados, compartieran sala en la presentación de la estrategia del Gobierno para el coche eléctrico. Salvo el obligado apretón de manos a Zapatero, los dos empresarios no coincidieron en nada.
El encuentro era incómodo. Ambos sabían ya que la supresión de los blindajes era cosa hecha. Florentino no tuvo reparos en hablar para decir que Iberdrola está «usurpada por sus gestores». Se mostró tranquilo sobre los doce meses que tiene la eléctrica para cambiar sus estatutos, y señaló que «no es cuestión de plazos». Galán evitó el asunto y se limitó a señalar que su única aspiración es que «Iberdrola sea una gran empresa vasca, que siga creciendo y dando valor a sus accionistas». Saltaban chispas.